La casa de Pedchy y Kike, una atracción turística por Navidad: "Hacen tantas fotos que nos da corte entrar"

Para ver miles de luces, muñecos de nieve gigantes, cascanueces o Santa Claus no hace falta trasladarse hasta Dyker Heights, el barrio neoyorkino conocido mundialmente por sus decoraciones navideñas. Una pasión desmedida que también se puede apreciar en Tarragona, donde una pareja convierte para estas fechas su casa en una auténtica atracción turística.

Pedchy Ramos y Kike Queros empezaron poniendo cuatro bombillas en un árbol de la entrada de su domicilio. Con el paso del tiempo superaron el centenar y 14 años después ya tienen más de 20.000 focos de luz.

"Somos como 'hormiguitas' y aprovechamos los ahorros que hemos ido haciendo. Tenemos una hucha donde echamos monedas de dos euros", explica Kike a Informativos Telecinco sobre una pasión que conlleva un trabajo de montaje previo que llama la atención entre los vecinos. "Se sorprenden porque nos ve poniendo las guirnaldas dos meses ante de Navidad".

Poco a poco, transforman su vivienda en un decorado único en prácticamente toda Cataluña. "Tenemos un muñeco de nieve hinchable que ponemos en la parte de arriba de la terraza, que mide casi siete metros. Es uno de los que más gusta porque se ve de lejos".

Tanto Pedchy como Kike adquieren figuras en Barcelona, donde hay algunas "inusuales", aunque la mayoría llegan desde Estados Unidos, el país que "prendió la mecha para hacer esta pequeña locura". Precisamente, un viaje a Nueva York aumentó el espíritu navideño de esta pareja que vive en el municipio de El Catllar.

Para ellos, la decoración navideña siempre ha sido una afición que comparten y, desde hace tres años, muchos vecinos esperan con ganas estas fechas para ver el festival de luces y elementos que montan. Una sensación en el pueblo que les lleva a recibir visitas de todo tipo de edades durante cualquier hora del día.

"Cuando salimos y queremos entrar a casa, vemos tanta gente que nos da corte entrar porque están haciéndose fotos. Nos sentimos orgullosos de que nos vengan a visitar", añade Kike, quien no duda en abrir las puertas de su vivienda cuando le llaman al timbre.

Entre los miles de elementos, hay uno que ocupa mayor espacio en el corazón de los artífices de la casa de Navidad. "Este año nos han mandado una galleta de jengibre hecha por los maestros falleros de Valencia. Ha sido la novedad".

Un auténtico show por Navidad, que cuenta con su propio encendido de luces que el pasado 8 de diciembre congregó a más de 500 personas. "Es una inauguración bajo invitación. Lo que pasa que este año vino el alcalde y un grupo de música y se corrió la voz".

Lo que inicialmente iba a ser un evento entre familiares, amigos y vecinos, atrajo la mirada de medio millar de personas. "Ponemos cava, refrescos, batidos, turrones. Viene Santa Claus y da caramelos. Lo que este año también tuvo que venir hasta un agente para poner un poco de orden para aparcar".

Una pasión que enorgullece a Pedchy y Kike. "Hemos tenido la suerte de conocernos porque yo sin ella y ella sin mí, esto no tiraba para adelante. No recibimos ninguna ayuda, lo hacemos con todo nuestro cariño". Este espíritu navideño poco a poco va extendiéndose a los domicilios cercanos. "Estamos notando que los vecinos cada año ponen más bombillas y un poco más de adorno".

Esta alegría desaparece una vez acaban las fiestas. "Tardamos dos semanas en desmontarlo. Tenemos caja para tener todo clasificado, para no tener problemas otros años a la hora de montar". De momento, la pareja sigue disfrutando de una afición que une a todo el pueblo y que disfrutan tanto los más pequeños como los más mayores.

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