El cañón de Cap de Creus (Girona) se ha convertido en una zona de reproducción activa del tiburón azul, una especie que ha sido avistada hasta en diez ocasiones por esta zona norte de Cataluña entre primavera y verano de 2023.

El Departament d'Acció Climàtica dha confirmado que las aguas del cañón de Cap de Creus son un lugar estable en las crías de tintoreras, que son paridas por sus madres y nacen libres en el medio marino.

Estos tiburones miden entre 35 y 45 centímetros y están capacitados para valerse por ellos mismos. Después de los partos, los trabajos parecen demostrar que la mayor parte de los tiburones adultos abandonan estas aguas y desaparecen a partir de los primeros días de julio.

En el mar catalán, hay 26 especies, una parte importante está en peligro de extinción en estado crítico, como es el caso de la tintorera, según datos recogidos por el Departamento, que quiere ampliar su conocimiento en el lugar sobre estas especies con vigilancias desde embarcaciones y observación directa, gracias a filmaciones y fotografías.

Las especies de tiburones que viven en Cataluña, como en el caso de la tintorera, no son litorales, es decir, habitan en alta mar y en aguas profundas.

Un estudio realizado por investigadores europeos de diferentes países demuestra que es "extremadamente raro que se acerquen a aguas de menos de 100 metros de profundidad". La mayor parte de los ejemplares que podemos observar muy ocasionalmente en las playas, o bien llegan heridos o se trata de individuos que han llegado muertes o enfermos a la costa.

Por ello, la Generalitat quiere abordar un proyecto de estudio y conservación que permita elaborar trabajos sobre las poblaciones salvajes de estos animales in situ que permitirá, entre otros, desarrollar un sistema de censo/monitorización interanual y hacer un seguimiento para determinar el estatus de las especies amenazadas o que puedan empezar a estar amenazadas.

También estudiarán sus movimientos. Con este objetivo, el Departamento está empezando a colaborar con los pocos equipos que trabajan actualmente con tiburones en Cataluña (el Instituto de Ciencias de Mar, la Universitat de Barcelona, la Universitat de Girona, CatShark y la Fundación Barcelona Zoo).

Esta segunda fase del estudio se llevará a cabo a lo largo del año 2024 y dispondrá de un presupuesto de 50.000 euros. Toda esta información servirá para desarrollar planes para conservar las especies que lo necesiten y determinar cuáles son las áreas más importantes para su conservación.

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