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Un grupo de jóvenes vive desde hace años en los trasteros de un bloque de 68 pisos de protección oficial en Arenys de Mar (Barcelona), donde duermen, cocinan y pasan el día en espacios de unos tres metros cuadrados, sin ventilación ni aseos.
Unas condiciones "infrahumanas" que ha dejado a los vecinos sin la posibilidad de utilizar sus propios trasteros, e incluso las plazas de parking, debido al trasiego de delincuentes, indigentes y drogadictos que convierten el garaje en un punto conflictivo con peleas, hurtos y con un olor "insoportable" a orina.
"Es un infierno. Se vende y se consume mucha droga. Son jóvenes que delinquen en otras localidades de Cataluña y están en condiciones insalubres. Ni siquiera un perro callejero vive de esta forma", explica a Informativos Telecinco una vecina, quien ha tenido que forzar un candado de un okupa para poder entrar a la fuerza a su propia plaza de trastero.
Una vez en el interior, la afectada ha mostrado cómo viven en espacios minúsculos con una cama en el suelo, zapatillas, bicicletas y orina almacenada en una botella de agua.
"Hay hasta cuatro personas dentro. Es insoportable. Ningún vecino aparca el coche abajo porque desvalijan todo y hacen sus necesidades. Puedes encontrar cualquier cosa al bajar. Es indescriptible y asqueroso", detalla una de las vecinas de Arenys sobre los okupas, que realizan conexiones para usar bombillas: "Estamos expuestos a que un día pase algo".
Precisamente, Soraya Real, la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de la localidad catalana, destaca el problema de salud pública y de seguridad que afecta a los 68 pisos de protección oficial.
"Entramos con la Policía Local y vimos cómo viven y cocinan en los pasillos. Las salidas de emergencias están bloqueadas. Solo por eso, el parking debería estar clausurado", añade Soraya sobre una degradación que afecta al edificio que se inauguró hace 17 años.
Los vecinos se sienten "absolutamente" abandonados y desde el consistorio entienden el enfado e impotencia que viven a diario, por lo que instan a l'Agència Catalana de l'Habitatge a desencallar la situación: "Por muchas ganas que tengamos, los únicos que pueden arreglarlo son ellos".
De momento, l'Agència Catalana de l'Habitatge ya se ha puesto en marcha y el caso ha llegado hasta el juzgado. "No puede ser tan difícil y tan largo hacer salir a unas personas de un sitio que no es una vivienda, sino un trastero. Debería ser inminente. Ponen en peligro las vidas de todos", lamenta Sara.
El Ayuntamiento de Arenys desconoce la identidad de los jóvenes que viven en estas condiciones y que desafían a las autoridades. "Desalojamos uno de los nueve pisos de emergencias sociales que teníamos okupado desde hace años. Los compañeros de la brigada tapiaban la entrada cada dos horas y al rato ya estaba abajo".
Una problemática que no acabará una vez los okupas estén fuera de los trasteros: "Cuando haya una orden judicial para sacarlos, esta gente tendrá que ir algún sitio. Para eso tenemos que saber quién son para intentar ayudarlos". De momento, la situación sigue igual y los vecinos conviven como pueden sin pisar el garaje. "El problema existe y no querer hablar de ello es un error".
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