Los okupas desalojados hace dos semanas de los edificios de 'el Kubo' y 'la Ruïna' en Barcelona han prometido venganza al asegurar que "nada ha acabado", por lo que seguirán "combatiendo toda autoridad".
Los ocupantes de los pisos de la Bonanova, convertidos en un campo de batalla donde los Mossos d'Esquadra tuvieron que acceder con una 'jaula casera', han manifestado que no perdonarán que hayan convertido el desalojo en un espectáculo.
"Ahora nos impondrán castigos para resistir y hacer frente, pero afrontaremos la represión. Ya teníamos asumidas las consecuencias y no nos pararán. Estamos motivadas y con entusiasmo para seguir ocupando y expandiendo las prácticas anarquistas", han compartido en un comunicado en redes sociales.
La policía catalana detuvo el pasado 30 de noviembre a siete personas en el interior de los inmuebles. Una actuación en la que tuvieron que bajar con una grúa a uno de ellos de la fachada del edificio, donde estaba colgando con una cuerda.
Dos semanas más tarde, los okupas aseveran que la lucha no ha acabado. "Seguiremos golpeando la realidad con odio, pensando en cada casa desalojada y en cada vida y proyecto que han destruido".
El colectivo también ha aprovechado para agradecer las muestras de solidaridad que han recibido. "Han sido los escudos más valiosos cuando el martillo de la represión del estado ha golpeado. Las vivencias y aprendizajes han sido innumerables y hemos convertido nuestra cotidianidad en la trinchera que siempre hemos creído que tiene que ser".
El día del lanzamiento, los Mossos d’Esquadra esperaban que el operativo se prolongase durante más tiempo. No obstante, los agentes reconocieron que la entrada fue complicada debido a los objetos contundentes y el líquido no inflamable.
Un desalojo que puso fin al calvario en la Bonanova, que se convirtió en un artefacto electoral de las últimas elecciones municipales en mayo debido a las fincas okupadas desde hace 15 años.
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