Condenan a un colegio de Barcelona a indemnizar a un alumno y a su madre por el acoso escolar sufrido
La escuela Ateneu Instructiu de Sant Joan Despí (Barcelona) tendrá que pagar 6.500 euros al alumno y 650 a su madre
Doce claves para entender que el acoso escolar no es cosa de niños, ni desaparece por sí solo
Un experto responde: ¿Cómo nuestro hijo se convierte en un acosador y por qué no puedes defenderlo?
Una sentencia ha condenado a la escuela Ateneu Instructiu de Sant Joan Despí (Barcelona) a pagar 6.500 euros a un alumno por los daños y perjuicios derivados del acoso escolar. Además, tendrá que resarcir a su madre con otros 650 euros por la situación de "zozobra, angustia y ansiedad" que le provocó la situación de bullying que soportó su hijo desde el último curso de infantil hasta segundo de primaria. Esta lacra afecta de media en España dos niños por aula.
El fallo, al que ha tenido acceso EFE, es "novedoso porque pone el foco también en la progenitora" y "evidencia mayor sensibilización" ante el acoso escolar, ha afirmado en una entrevista con EFE la letrada encargada del caso, Noelia Lidunia.
MÁS
Brutal agresión a una niña de 12 años a manos de varias menores en Valencia: "La hemos dejado KO"
La desgarradora confesión de un menor de 15 años con autismo, víctima de acoso escolar: "Lo digo en voz alta, me quise suicidar"
Denuncian la agresión a un menor de 14 años en un instituto de Sevilla tras una quedada expresa para pegarle
El niño estaba en el último curso de infantil
Según la sentencia, que ha emitido el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), los padres notaron desde finales de junio de 2015, al acabar el último curso de educación infantil, un cambio repentino en la conducta de su hijo.
El niño afirmaba no querer leer porque otros compañeros le molestaban y se burlaban de él, algo a lo que en su momento no se habría dado mayor importancia, pero que, como la situación persistía, decidieron iniciar un seguimiento psicológico.
La familia comentó la situación a la dirección del centro y a la tutora, que -reconocen- se comprometió a aplicar las medidas correctoras pertinentes.
Sin embargo, los padres alegan, según recoge la sentencia, "no haber recibido información de las medidas concretas que se estaban tomando" y que la situación de acoso se mantuvo hasta la finalización del curso 2016-17, cuando el niño estaba cursando segundo de primaria.
Al respecto, la letrada ha indicado que la escuela, "al no actuar de manera inmediata, normalizó la violencia hasta 2017" y que la sentencia "lanza el mensaje de que si no se aplican los protocolos de manera inmediata y correcta, no sirven para nada".
Según recoge el fallo, la familia también alega que "los compañeros se metían con el niño, le decían chupacabras y que en el patio lo golpeaban" e "incluso, en una ocasión, le habrían partido el labio", lo que se puso en conocimiento del centro.