El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en funcionamiento los 28 nuevos radares pedagógicos, que no sancionan e indican a los conductores a la velocidad que circulan.
Estos radares están colocados en vías de la capital catalana con un límite de 50 kilómetros por hora, excepto en tres ubicaciones donde el máximo permitido es de 30 km/h.
Se trata de unos aparatos cuyos paneles electrónicos muestran a los conductores la velocidad a la que están circulando y les alertan si superan los límites de la vía.
Una medida que forma parte del plan para controlar mejor los límites de velocidad en la ciudad de Barcelona en puntos en los que se ha detectado una siniestralidad especial o en entornos escolares.
"El objetivo es sensibilizar sobre la importancia de respetar los límites de velocidad marcados. También permitirán que el Área de Movilidad pueda recoger información del comportamiento de los conductores y tomar decisiones teniendo en cuenta estos datos", han explicado desde el consistorio.
De este modo, los 28 dispositivos se añaden a los 17 radares de punto que ya existen en el interior de la ciudad, de los cuales 12 están situados en entornos escolares y 5 son radares de tramo.
En el caso de los 13 radares situados en el exterior de Barcelona, están repartidos entre las rondas y los accesos a la ciudad.
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