La pasión por el anime y el manga entre los jóvenes ha traspasado los cómics y las pantallas y ya ha llegado hasta las aulas de algunos institutos en Cataluña.
Uno de los centros pioneros en la enseñanza pública que ofrece clases de japonés está en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), donde 60 alumnos de segundo de la ESO aprenden durante un trimestre una optativa inédita.
Todo empezó el curso pasado cuando el Servicio de Lenguas Extranjeras y de Origen de la Generalitat de Cataluña informó a los institutos del interés por la lengua y cultura japonesa entre los más jóvenes. Ante este despunte, descubrieron que 41 docentes tenían acreditación oficial para poder impartir la materia.
De los escasos profesores, dos de ellos formaban parte del Instituto Montserrat Roig. Una casualidad que convirtió al centro en un lugar propicio para llevar a cabo la iniciativa.
"Uno de los docentes domina el idioma y tiene vinculación con el país al tener allí familiares. Decidimos lanzarnos a la piscina y así empieza todo", explica a Informativos Telecinco Yolanda Cárdenas Pérez, directora del centro educativo.
La asignatura ya genera furor entre los primeros 20 alumnos, que tienen la oportunidad de probar durante tres meses la asignatura. "Nos hemos sorprendido gratamente. El interés por la lengua y cultura japonesa llega a través del anime y manga. Es como una cultura que encuentran lejana y tienen como sueño visitar el país".
La materia va más allá de la metodología tradicional. "Cada sesión empieza con mucho material audiovisual para acabar la clase aprendiendo una tarea en específico. Por ejemplo, aprenden los números del 0 al 9 y acaban pidiendo el número de teléfono", indica Yolanda Cárdenas.
Pequeñas dosis de lengua japonesa, que permite a los menores adentrarse en el mundo asiático a modo de testeo. "Introducen muchos rituales. Siguen el mundo protocolario e intentan mantenerlo con rigor".
De hecho, el pasado 18 de octubre celebraron un acto oficial de inauguración, que contó con la presencia del Cónsul General de Japón, Yasushi Sato.
"El cónsul habló de becas y todo el mundo sueña con ir a Tokio. A nivel socioeconómico no es fácil. Están muy ilusionados por el hecho de que venga alguien de fuera y dé la posibilidad de poder ir un mes allí a hacer intercambio", reconoce la directora sobre el grado de felicidad de los adolescentes.
Durante la asignatura, también aprenden frases hechas que les permite poder defenderse en situaciones concretas. Una forma de aprender que se aleja del típico libro de teoría sobre uno de los idiomas más complejos. "Hasta el grafismo es complicado".
Para el centro, la oportunidad de ser uno de los diez institutos de Cataluña capacitados para ofrecer esta asignatura es un motivo de orgullo "desde el punto de vista de la educación pública", que permite ofrecer estas clases "especializadas" a todo tipo de alumnos.
"A los que le cuesta más otras materias, como tienen tanto interés e ilusión para ver si pueden optar a la beca, han pedido incluso repetir la optativa los siguientes trimestres. Eso es porque les gusta", afirma Yolanda Cárdenas.
Un éxito con el que esperan poder ofrecer el próximo curso la enseñanza de japonés de manera anual. "El grupo de niños que ha empezado están enganchados. El segundo trimestre serán otros 20 niños diferentes y el tercero 20 más. La idea es que estas 60 personas puedan realizarla en tercero de la ESO y tener más continuidad".
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