El recuerdo a los sintecho fallecidos en Barcelona: 450 placas de cartón en las calles que frecuentaban

Barcelona tiene en sus calles más de 450 placas en recuerdo a las personas sin hogar que han muerto en los últimos ocho años. Una acción de la fundación Arrels, que busca visibilizar los derechos "vulnerados" de los sintecho, "incluso una vez nos han dejado".

Para recordar a las 494 personas sin hogar que han muerto desde 2015, la entidad catalana ha colocado durante el mes de octubre placas por toda la capital catalana.

"Miguel era una persona que conocíamos desde hace muchos años. Nuestras compañeras del equipo de calle lo visitaron muchas veces. Murió en la calle con 74 años. El suyo no es un caso único. Como él, otras personas que hemos conocido nos han dejado de manera inesperada cuando todavía vivían al raso", recuerdan desde Arrels.

"Vivir en la calle mata"

O el de Mohamed, un joven que vivía en la calle y falleció con 22 años. De este modo, las placas de recuerdo visibilizan sus nombres, edades y fecha de defunción, y una frase a recordar: “Vivir en la calle mata” y dos hashtag: #nadiedurmiendoenlacalle #nadiesinrecuerdo. Además, todas ellas están ubicadas en los parques y calles donde estas personas dormían o frecuentaban.

"Es un recordatorio simbólico, una pequeña placa de cartón, pero nos sirve para explicar que vivir en la calle supone estar expuesto a muchos riesgos y violencias. También implica no poder cuidar la propia salud y vivir bajo condiciones climatológicas extremas. Las personas que viven en la calle ven vulnerados la mayoría de sus derechos, incluso el derecho al recuerdo", añaden desde la fundación.

De las 494 personas que han muerto en los últimos 8 años, un 88% son hombres y un 12% mujeres. Tenían una media de 57 años, por lo que han vivido 25 años menos que el resto de la población.

65 estrellas en el último año

Otro de los actos conmemorativos es el que realizaron este miércoles en la plaza Nova de Barcelona, donde colocaron 65 flores, una para cada persona sin hogar que ha muerto en los últimos doce meses en la Ciudad Condal.

Un acto en el que leyeron los nombres de las personas, acompañado de música, palabras de recuerdo y una serie de imágenes y textos para sensibilizar a la ciudadanía.

De todas estas personas, 57 eran hombres y 9 eran mujeres. "Sabemos que 29 de las 66 personas que recordamos (un 44%) vivían en la calle y que otro porcentaje importante (el 30%) vivía en un recurso residencial para personas sin hogar con una salud frágil".

Colaboración ciudadana

Desde la fundación Arrels se encargan de atender permanentemente a las personas sin hogar, "tanto en vida como una vez nos han dejado". De este modo, acompañan a las personas en su entierro, se encargan de decir unas palabras en la ceremonia, y procuran que tengan una placa en el cementerio "a pesar de que el entierro sea de beneficencia".

La colaboración ciudadana también ha sido esencial para recordar a estas personas. Una acción que cuenta con la ayuda de nueve centros educativos con 375 estudiantes, entidades y empresas colaboradoras, así como personas voluntarias y trabajadoras.