Los Mossos d'Esquadra no han encontrado indicios contra las dos monitoras de comedor de un colegio de Vallirana, en Barcelona, a las que investigan por presuntamente agredir sexualmente a menores del centro, han explicado fuentes del cuerpo a Europa Press.
Las mismas fuentes han indicado que mantienen la investigación abierta pero que con lo recabado hasta ahora no cuentan con indicios para atribuirles un delito, por lo que no prevén ninguna detención por ahora.
Por eso, los Mossos no han entregado de momento el informe al juzgado encargado de caso, Instrucción 6 de Sant Feliu de Llobregat, en Barcelona. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha indicado que el juzgado no ha recibido ninguna denuncia por estos hechos, y ha explicado que el juez pidió a los Mossos que investigaran el caso tras recibir tres informes médicos por los que decidió abrir la causa.
Por su parte fuentes cercanas a la investigación apuntaron el miércoles que la Unidad Central de Menores de los Mossos empezó a investigar el caso a raíz de dos denuncias. A raíz de esta investigación la escuela ha apartado cautelarmente a las dos trabajadoras, según indicaron fuentes de la Conselleria de Educación.
El caso salió a la luz cuando dos de las niñas, supuestas víctimas de las agresiones sexuales, contaron a sus padres lo que les ocurría a la hora del comedor. Por su parte, el Ayuntamiento de Vallirana ha manifestado en un comunicado su "más firme rechazo" a cualquier tipo de violencia y agresión. También han pedido "respeto" por las actuaciones policiales y el proceso judicial abierto para garantizar la protección de todos los afectados.
El caso salió a la luz cuando las víctimas de las agresiones sexuales contaron a sus padres lo que les ocurría a la hora del comedor. Una de las monitoras los apartaba y les hacía tocamientos en sus genitales con el argumento de que era un juego, según el relato de las víctimas.
La madre de una de las víctimas explicaba en el programa de Telecinco 'TardeAR' cómo se enteró de lo que pasada. "Mi hija me dijo que es un juego y que le hacía pupa", afirmaba la mujer. Un día en el baño la madre se dio cuenta de que la pequeña tenía crema en los genitales. Cuando le preguntó quién se la había puesto le dijo que a la hora del comedor jugaban a los médicos. “Es un juego que ella me mete el dedo y me hace pupa, yo no quiero, pero ella no me deja”, explicaba la progenitora ante las cámaras de 'TardeAR'.
Por su parte, su marido contaba que la niña hacía referencia a una monitora y "nos dijo también que había una amiguita con ella, llamamos a sus padres, ellos le sacaron información a la niña y coincidían en que les hacía pupa y que en la hora del comedor jugaban a médicos y les hacía todo tipo de cosas”.
Los padres pusieron el caso en conocimiento del colegio, que el lunes 23 apartó a las dos monitoras de sus puestos. Una de ellas sería la autora de las agresiones a las alumnas y la otra podría haber encubierto los hechos.