'Una mirada atenta' es el juego de mesa que ha puesto en marcha el Institut Català de la Salut (ICS), enfocado a sanitarios del servicio de urgencias, para que puedan detectar indicios de posibles casos de violencia machista que "a veces pueden pasar por alto".
El juego invita a reflexionar a los profesionales sobre las explicaciones que dan las pacientes y sus conductas en la consulta. De este modo, el juego expone seis casos de mujeres para analizar cómo actúan tanto ellas como sus acompañantes.
La dinámica empieza con las fotografías de las seis mujeres sobre la mesa y la lectura de la primera información sobre cada una de ellas. A partir de aquí, tienen que ir descartando los casos que los parecen menos sospechosos de ser violencia machista, hasta quedarse con una única posible víctima.
Los casos recogidos son representativos de diferentes formas de violencia contra las mujeres y tienen protagonistas de edades, orígenes y clases sociales diversos, porque no hay un perfil predeterminado de víctima.
Uno de ellos es el caso de una mujer de 75 años, que llega a Urgencias acompañada de su marido por una sobredosis de antidepresivos. O también una chica, de 17, que llega con la respiración acelerada, sudoración y nerviosismo, y acompañada de una amiga con quien estaba estudiando en la biblioteca.
“La propuesta genera un espacio de reflexión sobre cuáles pueden ser las señales de alerta de situaciones de violencia machista y ayudan a que todo el mundo esté atento a estos indicios para mejorar la detección de posibles casos", explica Vanessa Garcia Chousa, responsable de Igualdad del ICS, sobre una propuesta lúdica que recoge los diferentes tipos de violencia machista, desde la vicaria, hasta la física, la sexual o la económica.
"El objetivo es que todo el mundo esté atento a todos los detalles y que las mujeres que entren en los centros sanitarios se puedan sentir seguras”, añade. Hasta ahora se han preparado 275 ediciones del juego de mesa, que este lunes ya han probado profesionales de Urgencias del Hospital Universitario de Bellvitge.
El juego necesita una persona que haga de dinamizadora, la persona encargada de plantear preguntas a los participantes para invitarlos a reflexionar sobre las situaciones que se pueden encontrar. “El formato interactivo, con exposición de casos reales, consigue que la dinámica sea una herramienta muy potente de aprendizaje y hace que los y las profesionales se replanteen posibles prejuicios y estereotipos y que abran la mirada”, valora la referente de Igualdad del Hospital Esther Lozano.
“Es muy importante mejorar la capacidad de detección de violencia machista, especialmente a los servicios de urgencias, que a menudo son el primer punto de contacto sanitario”, reconoce Pierre Malchair, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Bellvitge.
El Institut Català de la Salut también ha desarrollado unas ojeras 3D que los permiten sentir que "están dentro de una escena de violencia entre una pareja, para vivirla en primera persona y acceder a la primera visita de la mujer a las Urgencias de un centro hospitalario".
También se están haciendo unas formaciones inmersivas, a partir de teatralizaciones, que interpelan "de forma directa los profesionales para que decidan como actuar ante posibles situaciones de violencia machista".
Esta formación, que llegará a más de 23.000 profesionales, ya se ha empezado a hacer a los equipos de yrgencias de los hospitales del ICS, se extenderá después a los servicios más susceptibles de detectar situaciones de violencia machista: Ginecología, Obstetricia, Salud Mental, Psiquiatría y Traumatología.