La muerte de la joven Shamira el 3 de agosto de este año por la caída de una palmera en el Raval de Barcelona llevó al Ayuntamiento de la ciudad condal a inspeccionar, de forma preventiva, más ejemplares de este tipo de árboles que hay en el municipio.
Se avanzó que se analizarían unos 800. Finalmente han sido más: 1.363 datileras de las 1.678 totales que existen actualmente en la capital han sido revisadas. Así lo ha comunicado este domingo el consistorio barcelonés.
Tras los informes elaborados por los operarios, se han talado 708 palmeras de esta especie concreta con el objetivo de "minimizar cualquier riesgo". Sobre todo por caída de su tronco o de alguna de sus enormes ramas.
En el caso del accidente que mató a Shamira, desde el Ejecutivo local recuerdan que las averiguaciones concluyeron con que "no se podía establecer ninguna causa principal que explicase la rotura" del ejemplar que cayó encima de la chica.
Las medidas extraordinarias tomadas por el Ayuntamiento de Barcelona después del suceso fueron reflejadas en el Plan de Riesgo del Arbolado, que se modificó. Lo que ha permitido cortar datileras de más de 10 metros, plantadas en puntos críticos.
Es decir, en lugares con posibilidades de causar daños a personas o usuarios de la vía. Además, se han eliminado aquellas que presentaban otros factores de riesgo. Parcs i Jardins ha atendido en las últimas semanas 79 peticiones de ciudadanos, la mayoría para retirar hojas secas.
Desde el consistorio han detallado que las medidas de evaluación específicas para las palmeras ya existían antes en el plan municipal. Consistían, por ejemplo, en el análisis instrumental del estipe para detectar anomalías internas y la prueba de oscilación para evaluar el volteo.
Por otro lado, en un contexto aún de sequía, el Ayuntamiento también ha destacado que "se mantiene el riego sistemático" de las datileras mientras dure el calor. Aunque pronto deberían empezar a llegar las temperaturas normales para esta época del año.