La pasión por las hormigas ha llevado a un joven de Vinyoles (Barcelona) a crear la primera asociación de mirmecología de Cataluña. Una afición que "atrapa" a Aleix Ali El Mokdad frente a sus hormigueros, donde ha llegado a estar hasta altas horas de la madrugada observando el comportamiento de sus 25 colonias compuestas de unos cuatro mil insectos.
Este mundo "desconocido" despertó el interés del joven de 22 años en plena pandemia, cuando apareció una hormiga en un vídeo de comida que se pudría, con un efecto de cámara rápida. "Empecé a informarme y a las tres horas ya me estaba comprando un hormiguero. Me hacía gracia", explica Aleix a Informativos Telecinco.
Así llegó su primer contacto con las hormigas, que le hacían perder la noción del tiempo. "Me quedaba muchas horas mirándolas porque vas pensando en tus cosas, ves como trabajan, las alimentas y también las enfadas para ver cómo reaccionan. Distrae. He llegado a estar hasta las 4:00 horas de la madrugada".
Desde su primer hormiguero ya han pasado tres años y ahora alberga en su domicilio una gran familia de insectos. Incluso tiene una lista para no perder el rastro de sus miles de hormigas. Algunas más especiales que otras. "Las de Japón son muy bonitas porque son doradas. También tengo unas de Tailandia donde los soldados son más grandes que las reinas y cuando salen a recolectar comida se ve la diferencia entre ellas".
Una variedad de insectos donde tampoco puede faltar la especie autóctona. "Tienen la cabeza roja y el culo negro en forma de corazón. Están por toda España, les tengo mucho cariño porque es la colonia más grande que tengo", añade Aleix, sobre su pasión por la mirmecología, que le llevó a ser autodidacta en la materia.
"Si adoptas un perro sabes que todos tienen y puedes pedir consejo a la gente. ¿Quién conoce a alguien que tenga hormigas? Te tienes que informar solo, leer artículos, ver vídeos. Es más complicado", reconoce el estudiante y también camarero sobre unos insectos a los que no le da reparo acabar con ellos.
"Si tengo una plaga o me pican en la calle, las mato. No les tengo un aprecio supremo, no las venero como un dios. Me gusta investigarlas y tenerlas", reconoce Aleix, quien alerta del peligro de sufrir una plaga en casa. "Una colonia muy grande podría atacar a las mías si encuentran un agujero para entrar en el hormiguero".
En sus tres años de investigación, el joven de Osona también ha sufrido algún percance con sus hormigueros. Entre ellos, donde albergaba su colonia más grande. "Cerré las compuertas de mi hormiguero y no me di cuenta de que estaba la reina en el interior. Al levantar el hormiguero vi que caía su cabeza".
Un infortunio que ha acabado con esta colonia, al no tener a su reina poniendo huevos. "No me imaginé que estaría ahí porque normalmente está en medio de la colonia y el resto la protege".
La fascinación por este mundo la comparte con otro chico con el que ha dado el paso de crear la Asociación Mirmecológica de Osona, pionera en Cataluña y la segunda en España.
"Cuesta mucho encontrar a gente que le guste esta afición. El objetivo es conseguir un local para tener allí las hormigas y que las escuelas y cualquier persona puedan venir a verlas. En casa es un poco incómodo", expone Aleix, quien ha necesitado el apoyo de dos personas más para hacer realidad la asociación.
"Conocí a otro chico de la misma comarca con la misma pasión. Nos faltaba uno, pero tengo un amigo que le gustan muchos los animales y me dijo que podíamos usar su nombre para ser tres". Un proyecto con el que esperan dar a conocer a las hormigas y seguir ampliando su colección de hormigueros.