Las cámaras de seguridad de la casa de Mónica, en Villa Antonia, muestran la agresividad con la que el tornado pasó por allí. Fueron unos segundos, lo suficiente para arrasar con todo lo que se encontraba a su paso: "La puerta que se ve caer con tanta facilidad pesa más de 600 kilos", dice todavía incrédula.

Es una de las dos viviendas más afectadas por ese fenómeno meteorológico que sembró el pánico en esa pedanía a unos 20 kilómetros de Ayamonte, en Huelva. Por suerte, sus dueños no estaban en casa en ese momento: "Estábamos llegando del instituto de mi hijo y por el camino vimos un árbol caer", cuenta. Lo que no se imaginaba es que el fortísimo viento acabaría con parte de su mobiliario.

En las imágenes se ve cómo una autocaravana sale despedida hacia la puerta de su aparcamiento. El muro que separa ambas casas cae también sobre un vehículo. Sillas que vuelan, tejas que caen... Todo grabado desde varios ángulos. Unos segundos que sembraron el pánico.

Lo que no imaginaban los propietarios de estas viviendas es que el seguro contratado no se haría cargo de nada. "Nos dicen que las rachas de viento oficialmente registradas desde Ayamonte son de 42 kilómetros por hora, y que a ellos solo les corresponde involucrarse cuando son superiores a 80 kilómetros por hora", dice Mónica con gran indignación.

Por este motivo quiere mostrar las imágenes, porque entiende que las rachas registradas en la localidad onubense nada tienen que ver con lo que vivieron en su pedanía. "Estamos a 20 kilómetros de Ayamonte y seguramente por allí no pasó, de hecho tengo una vecina a la que solo se le ha movido una maceta", asegura para explicar que el tornado no afecta por igual a todo el territorio.

Mientras les dan una solución, ellos siguen viviendo en las casa afectadas.

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