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La Audiencia Provincial ha condenado a 24 años de cárcel al asesino del exconcejal socialista José Miguel Castillo Higueras. Recordamos que murió víctima de un atraco en la calle San Antón de Granada, en enero del 2022.
Posteriormente, el presunto autor de 19 años fue detenido por aquella brutal agresión por la que fue declarado culpable de un delito de asesinato y robo con violencia. Así lo determinó el jurado popular durante el juicio.
El joven, Yassine B., fue juzgado a finales de enero de 2025 y tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por la familia del exedil, solicitaron que fuera condenado a prisión permanente revisable.
Sin embargo, el magistrado opina que no ha quedado probada la especial vulnerabilidad del fallecido, por tener 74 años. Uno de los motivos que justifican la imposición de la máxima pena que existe en España.
Recuerda también al respecto que la propia familia de Castillo Higueras declaró que "se encontraba bien de salud y con sus facultades íntegras". Castiga, por tanto, al acusado a 20 años de prisión y otros diez de libertad vigilada por los hechos.
A ello le suma otros cuatro años de cárcel como autor de dos robos con violencia cometidos contra la víctima después de agredirle. Y a indemnizar a los hermanos del exconcejal en 20.000 euros cada uno. Tiene prohibido comunicarse o acercarse a ellos por un periodo de 25 años.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia considera probado que alrededor de las 7:40 horas del 23 de enero de 2022, el joven golpeó en la cara al exconcejal. Le hizo caer al suelo, lo que aprovechó para sustraerle su bolso bandolera.
Esa agresión fue "de tal magnitud" que lo dejó "inconsciente" y "abandonado a su suerte". Moriría horas después en el hospital, siendo la causa del fallecimiento un traumatismo craneoencefálico, ocasionado por el impacto contra el asfalto.
El fallo añade que fue atacado por su asesino "de forma súbita y sin que lo esperase". Inmediatamente después, el chico se colocó encima de él registrándolo para apoderarse de lo que llevara encima, concretamente su teléfono móvil.
Se declaró no culpable en el juicio, garantizando a preguntas de su abogada que "nunca había tenido intención de matar" a Castillo Higueras y que "jamás" mataría a una persona. Según su relato, aquella noche había estado con su novia en una discoteca.
Entonces, se dirigía a casa cuando se encontró al exconcejal "con síntomas de embriaguez" en el suelo. Contó que se acercó a auxiliarle y llegó una pareja también. Le ofrecieron llamar a una ambulancia, pero les dijo que "no hacía falta".
Le ayudaron a levantarse para que siguiera su camino. Igualmente, el acusado dejó entrever que el socialista le "debía dinero", pero sin aportar más detalles al respecto y precisando que "no le conocía en persona". Esto fue descartado en el veredicto del jurado y en la sentencia.
En la última sesión del proceso, su defensa, que inicialmente pedía la absolución, modificó sus conclusiones y calificó los hechos como constitutivos de un delito de lesiones dolosas en concurso con un delito de homicidio imprudente y un delito de robo con violencia con la atenuante de arrebato.
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