Los padres de casi un centenar de alumnos de un instituto de Almería se niegan a llevar a sus hijos a clase

Las clases quedaban paralizadas la semana pasada en un instituto de Educación Secundaria de un pueblo de Almería. Las puertas se han estado abriendo como cada mañana, pero ningún alumno las ha cruzado.

Es la decisión que han tomado los propios padres de casi un centenar de jóvenes de entre 12 y 16 años, que tienen miedo del comportamiento de un compañero: "Cualquier día nos llaman del centro para decirnos que ha habido una tragedia", dice un miembro del AMPA del instituto.

Fue precisamente lo que aseguran que estuvo a punto de pasar el pasado mes de noviembre, cuando un alumno de 15 años y recién llegado de un centro de menores, cogió por el cuello a otro: "Le dio cabezazos contra la pared mientras gritaba que le iba a matar", cuentan desde la asociación de madres y padres.

Ese episodio violento llevó al centro a expulsar, durante 30 días, al menor de 15 años. Pero ese periodo de castigo ha terminado, y tras las vacaciones de Navidad el alumno ha vuelto a clase.

Por este motivo, por miedo, y como medida de protesta, los padres han decidido no llevar a sus hijos a clase. Respetan el derecho a la educación, "pero el derecho a la vida está por encima", dicen, y temen que se repita algo parecido.

Comunicado de la Delegación de Educación de Almería

Ante esta situación, la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de Almería ha emitido un comunicado en el que asegura que el Servicio de Inspección está ejerciendo labores de asesoramiento y acompañamiento al equipo directivo del centro.

Desde Delegación aseguran que velan por el “derecho a la educación de todos, por el derecho a la reinserción social, y por el derecho a la protección contra toda agresión física o moral".

Clases individuales por el momento

En este sentido, y según han asegurado desde el AMPA del centro, a partir de mañana el instituto contará con un profesor de apoyo que se encargará de las labores académicas del menor recién admitido. Mientras tanto, se seguirá analizando la modalidad educativa a la que este alumno debe pertenecer por los antecedentes que le llevaron al centro de menores.

Tras esta solución, los padres y familiares de los alumnos del centro han desconvocado la protesta y a partir de mañana todos volverán a clase.

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