El último deseo de Antonio: comerse una hamburguesa junto a su mujer y a su hija

  • La Fundación Ambulancia del Deseo se dedica a cumplir las ilusiones de personas con enfermedades graves o en situación terminal

  • Con sus ambulancias especialmente acondicionadas pueden llevar a personas que viven ingresadas a los lugares que deseen para recordar tiempos mejores

  • El deseo de Antonio, un paciente oncológico cordobés, era poder comer en una hamburguesería con su mujer y su hija pequeña

El deseo de Antonio es el que cada día cumplen miles de personas sin saber que lo están haciendo. Hay detalles cotidianos que pasan desapercibidos para quienes tienen la suerte de tenerlo todo, aunque no lo sepan. Con la historia de Antonio la realidad nos da de bruces y nos recuerda que la vida es eso que pasa hoy.

La "Fundación Ambulancia del Deseo" sabe de lo que hablamos. Esta ambulancia forma parte de una iniciativa conmovedora que se dedica a cumplir los últimos deseos de personas con enfermedades graves o en situación terminal. "Cuando llega una enfermedad y nos volvemos vulnerables nos damos cuenta de que las pequeñas cosas a las que no le damos importancia son las que verdaderamente nos hacen felices", dice José Manuel Salas, Director General de la fundación.

El propósito es aportarles luz en momentos oscuros, y felicidad en los ratos más amargos. Cumplir deseos que por sus propios medios no podrían, ya que necesitan de unos cuidados médicos constantes que solo un vehículo medicalizado puede atender. Para ello, utilizan ambulancias especialmente acondicionadas para transportar a los pacientes con comodidad y seguridad.

A veces quieren ir a la playa, a un campo de fútbol, a la boda de un familiar o a cualquier lugar que les recuerde a un pasado mejor. Quizás lo más sencillo sea lo más deseado.

El deseo de Antonio

Antonio está ingresado en el servicio de Oncología Médica del Hospital Reina Sofía de Córdoba, y alentado por su médica de referencia, Ana, se animó a solicitar un deseo muy especial: pisar de nuevo la sierra cordobesa y comer en un McDonald`s, acompañado de Loli, su mujer, y de su hija de tan solo 4 años. "En cuanto se lo contamos a los trabajadores de la hamburguesería se pusieron a trabajar durante horas, hinchando globos y dejando especialmente adornado el reservado de Antonio", cuentan desde la fundación destacando que los deseos cumplidos son siempre fruto de una cadena de favores, "de energía solidaria".

"Estuvieron en la Granja Escuela L´Aljara y en el McDonald’s-Guadalquivir, y vivieron momentos únicos con inmensas muestras de cariño, complicidad y emoción". Porque esta labor no solo impacta al paciente, sino también a las familias, que guardarán esos momentos como recuerdos entrañables.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.