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Tienen un olor inconfundible. Un olor capaz de atrapar tanto como las miles de historias escritas en páginas repartidas en estanterías. Tienen color, luz y a veces incluso sonido. Son librerías, el cobijo de libros que lucha por mantenerse en pie en uno años en los que el papel se esfuerza por no caer en el olvido.
Para esas generaciones que han nacido con una pantalla bajo el brazo es de vital importancia enseñarles lo que significa una celebración como la de hoy: el Día de las Librerías. Por eso entidades como la Fundación José Manuel Lara, centrada en el fomento a la lectura de los más pequeños, quiere recordar el papel fundamental de los libreros: "Son prescriptores de lectura, porque a veces pueden saber incluso más sobre un libro que el propio maestro", asegura Pablo Morillo Pérez, Director general de la Fundación.
Es hoy un buen momento para recordar la importancia de cultivar el amor por la lectura en los niños desde pequeños. La lectura no solo enriquece el vocabulario y la imaginación de los más jóvenes, sino que es clave para desarrollar su comprensión lectora, una habilidad esencial que los acompañará a lo largo de sus vidas: "Un niño que sepa leer y comprenda lo que lee podrá entender mejor las materias, podrá tener mejores calificaciones y podrá tener un pensamiento más crítico, más libre", aseguran.
Elegir el libro adecuado para cada edad y nivel de desarrollo es fundamental para que esta experiencia sea enriquecedora, atractiva y culmine con éxito. Es el objetivo que persigue la Fundación José Manuel Lara y para lo que han creado el proyecto "Leer Suma", un programa educativo en el que un estudiante y una persona voluntaria protagonizan una sesión de lectura.
Es un trabajo de acompañamiento para ayudar a los niños a llegar a comprender lo que están empezando a leer. La lectura temprana sienta las bases de una buena comprensión lectora, lo que será fundamental para su éxito académico y personal en el futuro, por eso "es importante elegir el libro adecuado, un libro que les atraiga" y que sea apropiado para sus edades. "Nosotros seleccionamos con expertos los libros según la edad, la temática, o la dificultad, y eso hay que hacerlo de la manos de los libreros", dicen desde la Fundación que después entrega lote de libros en los colegios para ayudar en este trabajo.
Leer no es solo pronunciar palabras. Comprender lo que se lee implica entender el significado, los matices y la intención detrás del texto. Por eso los padres y profesores juegan un papel crucial, pero también lo hacen los libreros, que pueden ayudar a orientar a las familias en sus decisiones de compra.
En el Día de las Librerías recordamos que estos espacios son más que simples tiendas de libros: son lugares donde los niños pueden descubrir mundos nuevos, si saben descifrarlos.
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