Los días previos a la celebración de Halloween se ha convertido en los últimos años en un comedero de cabeza para los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Que se lo digan a la Policía Local de Granada que ya el año pasado tuvo que montar un operativo especial de más de 150 agentes vigilando los posibles actos vandálicos por las calles de la ciudad.
En esa operación llevada a cabo tanto en la noche del terror como en las anteriores, los agentes llegaron a identificar a un grupo de jóvenes, entre los que había dos menores de 12 y 13 años, con caretas y pasamontañas, que estaban pateando espejos retrovisores, realizando pintadas, tirando globos con agua a personas y lanzando huevos a autobuses.
"Responderán sus padres por sus actos" podía leerse en ese momento. Pues bien, según ha adelantado el diario Ideal esos padres tendrán que pagar una multa de 750 euros por los actos incívicos cometidos por sus hijos.
Al parecer los mismos menores, lejos de aprender la lección, este año habrían vuelto a cometer el mismo gesto vandálico, por lo que las consecuencias no se han hecho esperar y sus padres han acabado pagando la multa.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.