Un presunto integrante de los ‘Dominican Don’t Play’ que tenía una orden de ingreso en prisión tras una agresión entre bandas en Madrid ha sido detenido por agentes de la Policía Nacional en Almería.
Según un comunicado difundido por el propio cuerpo policial, el arrestado está implicado en la participación, el 23 de febrero de 2018, en una agresión con machetes en la que dos personas, pertenecientes a la banda rival de los Trinitarios, resultaron heridas de extrema gravedad.
Por esos hechos, llegó a ser arrestado junto a otros cinco integrantes de la banda. Fueron agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid los que los detuvieron, tras lo cual se interpuso una orden de ingreso en prisión contra él para cumplir condena por los hechos.
Huido de la justicia, los investigadores comprobaron que el fugitivo podía haber estado alternando su residencia continuamente con el objeto de evitar ser localizado.
Así, en sus estancias en Madrid pernoctaba en un domicilio de la zona sur y contaba con la ayuda y protección de sus familiares, así como también se le ubicó en el municipio de Yuncos (Toledo), donde hacía uso de viviendas ocupadas de forma ilegal para evadir la acción de la justicia.
Más tarde, los agentes pudieron ubicarlo en la provincia de Almería, donde finalmente, y tras localizar la vivienda en la que se alojaba, los agentes pudieron detenerlo justo en el momento en que se disponía a salir del domicilio.
Paralelamente, la Policía Nacional también ha informado de la detención de otro peligroso fugitivo buscado en Francia por detención ilegal durante el asalto a una joyería de Marsella y por toma de rehenes y secuestro.
En este caso, la investigación empezó cuando, a través de la Oficina SIRENE, se tuvo conocimiento de que un fugado de Francia podría encontrarse en España.
Iniciando las pesquisas pertinentes para localizarle, y en apenas 24 horas, los agentes o ubicaron en la localidad de Benissa, en Alicante, donde fue detenido.
El fugitivo, ha informado la Policía, contaba con conocimientos y adiestramiento militar. En la comisión del atraco a la joyería, acompañado por otros delincuentes, utilizaron armas de fuego, secuestraron y maniataron al joyero, vendándole los ojos y amenazándole con que tenían vínculos con una organización terrorista para que se doblegara. Finalmente, el grupo criminal se hizo con 28 relojes de lujo valorados en casi medio millón de euros.
Por estos hechos, el ahora detenido se enfrenta a una pena de 30 años de prisión.
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