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Es domingo por la mañana temprano y, como de costumbre, Perico y Tani se dirigen al bar de cada día para desayunar. Dos cafés y dos molletes pequeños con mantequilla. Los dueños del local, Manoli y Juan Antonio les conocen perfectamente, porque Torrecera, una pedanía de Jerez de la Frontera, Cádiz, sólo son 1.300 vecinos.
Así que cuando este matrimonio de jubilados se dispone a pagar, Manoli sabe que tiene que dirigirse al dispensador de loterías para venderle a la abuela Tani lo mismo de siempre: 2 euros de Bonoloto y otros 2 euros de Primitiva.
El resto del domingo transcurrió con la normalidad que ofrece una localidad tan pequeña y tranquila, hasta que Manoli y Juan Antonio recibieron la llamada de un vecino: "habéis dado un premio gordo, me dijo, y yo no me lo creía" dice la dueña del local todavía emocionada.
La voz corrió entre los vecinos como la pólvora. A primera hora de la mañana del lunes ya no se hablaba de otra cosa. En "Tierra de Colonos" el bar de la calle Ganaderos número 4, habían vendido una Bonoloto premiada con la friolera de 1.125.000 euros.
Pero, ¿Quiénes eran los nuevos ricos?. No tardarían en aparecer. Pasadas las 9 de la mañana asomaban por el bar Perico y Tani, acompañados de su hijo Bartolo, visiblemente nervioso, con el boleto en la mano. Como testigos, todos los clientes que a esa hora desayunaban con la apatía propia de un lunes cualquiera, pero lo que iba a pasar no lo olvidarán fácilmente: "me han dado el boleto, lo hemos comprobado y efectivamente, eran millonarios!, cuenta Manoli en medio del estruendo de una cafetera a pleno rendimiento.
Bartolo es el hijo menor del matrimonio, tiene 44 años y no ha podido contener la emoción: "no podía ni hablar, era el que más emocionado estaba". Son dos hermanos, él y Paco, de unos 50 años. Cada uno tiene una hija. Sin duda sus vidas y las de ellas también van a cambiar para siempre.
Para celebrarlo, en el bar se ha plantado esta mañana toda la familia, un gran número de vecinos y "hasta los del banco", cuenta sorprendida. Resulta que la sucursal bancaria está en otra pedanía cercana y dos representantes se han acercado para facilitarle la tarea al matrimonio.
"Parece que hemos dado el Gordo de Navidad", dice mientras ve como todos los clientes de su bar se abrazan felices al matrimonio. Pero no es la primera vez que hacen las delicias de algún vecino, aunque no de tal magnitud.
Hace 17 años que regentan el bar, y poco más de uno que se hicieron cargo del despacho receptor de Lotería que pertenecía antes a un buen amigo. Cuando el anterior dueño murió se lo quedaron y unos meses después repartieron 2.000 euros a la peña "José Porra", que se creó precisamente en honor del lotero fallecido.
Y alguno más, así que en esta pedanía jerezana de 1.300 habitantes han encontrado un amuleto de suerte: el bar de Manoli y Juan Antonio.
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