Era un cliente habitual del bar Ñakalera, en Puerto Real, provincia de Cádiz. Por eso cuando el viernes se despidió a mediodía, su adiós sonaba a un hasta luego, `pero no fue así esta vez... "Nos dice adiós un cliente, sin saber que iba a ser la última despedida".
El relato de lo ocurrido lo ha hecho el propio local a través de sus redes sociales. "Por la tarde lo echamos de menos para la merienda", explican. Tampoco hubo noticias de él al día siguiente. "Sábado para desayuno, no viene... bueno, se habrá quedado descansando y se habrá levantado más tarde", pensaron.
Sin embargo, el cliente no regresaba. No fue al almuerzo tampoco y en el bar ya empezaron a ver que algo pasaba. "Le escribimos", publica en su página de Facebook, "no nos contestaba". También le llamaron, pero nada... "sin respuesta".
Pasados unos días, decidieron ir a su casa. Llamaron al móvil y escucharon cómo sonaba dentro de la vivienda, pero nadie abría la puerta. En ese momento decidieron llamar a la Policía que confirmó los peores presagios. "Se lo han encontrado muerto".
La publicación termina con un cariñoso mensaje de los dueños del bar. "Clientes que se convierten en amigos... y casi en familia", han escrito. "Esperamos que estés junto a tu hermana y tus padres como tanto deseabas, estés donde estés acuérdate de nosotros. Un fuerte Abrazo de tu Familia Ñakalera".
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