La transformación digital y el efecto de la pandemia impulsó un nuevo tipo de profesional, capaz de teletrabajar a miles de kilómetros de distancia. Málaga se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los llamados 'nómadas digitales' y la Diputación lanza una campaña para repoblar medio centenar de municipios. Informan Javier Villanueva y Beatriz Simó.
Las vistas son inmejorables para ella: "Esta es mi oficina", cuenta Kat Lau, que añade: "Vengo de Tailandia y soy nómada digital rural". Solo lleva tres meses teletrabajando como coach en plena Serranía de Ronda, pero es casi una más del pueblo. "Integrarte es muy fácil. Basta con ir a tomar un café", cuenta Silvestre Barroso, el alcalde de Benarrabá, localidad donde reside la joven.
La joven ha estado en Bangkok, Singapur, Bilbao, Barcelona y ahora en Benarrabá: el municipio malagueño sufre un grave problema de despoblación. De los casi 1.600 vecinos de antaño han pasado a tener 400. Ahora, gracias a su potente conectividad, acoge a los mencionados 'nómadas digitales'. "Fibra en todo el municipio y muchos otros recursos", detalla Barroso.
Juan Barbed, cofundador de la Asociación Rural Rooral.co, nos ha enseñado cómo se reúne en una videoconferencia con trabajadores de cuatro países distintos. Él es la persona que los 'seduce' para que vengan a España. Para que cambien de aires: "El objetivo es que los teletrabajadores encuentren pueblos que tienen los medios y la actitud adecuada para poder teletrabajar", precisa.
Las bondades de Benabarrá, como las de los 45 pueblos de la provincia de Málaga, que con el citado proyecto de la Diputación tratan de atraer a nuevos vecinos, van más allá. Cuando se apaga el ordenador; gastronomía, cultura, paisajes y alquileres que no superan los 400 euros: "A mí me encanta vivir aquí", sentencia Kat Lau.
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