Crimen de Almería: el presunto parricida murió 15 horas después de que lo hiciesen sus dos hijas, intoxicadas con pesticida

Almería permanece sumida en la conmoción tras el presunto parricidio perpetrado por un padre con antecedentes por violencia machista que, según ha desvelado el informe preliminar de la autopsia practicada a sus cadáveres, intoxicó a sus dos hijas, de 2 y 4 años, con pesticida. El también lo ingirió, pero tardó más en morir. Lo hizo 15 horas después de ellas y tras confesar a la madre el terrible crimen.

Los hechos se produjeron el pasado domingo en la pedanía almeriense de Alboloduy en lo que sería un caso de violencia vicaria, tal como señala toda la información recabada.

El presunto parricida tenía antecedentes por violencia machista contra su expareja y madre de las niñas, así como una orden de alejamiento de ella, aunque pese a todo ello tenía un régimen de visitas de las menores reconocido judicialmente durante los fines de semana.

Así, el progenitor se encontraba con las niñas aquel día, y presuntamente las envenenó con el pesticida.

Cuando Alina, la madre de las menores, llegó desesperada a buscarlas, llevaban varias horas muertas. Según el informe preliminar de la autopsia, las niñas fallecieron por una intoxicación por pesticida a las 9:30 horas de la mañana. El padre, por su parte, a aproximadamente las doce de la noche, quince horas después.

Él mismo, agonizante, habría confesado a la madre el envenenamiento al señalar varios recipientes que había en la casa agrícola de Alboloduy que él usaba para trabajar los olivos y donde presuntamente cometió el doble parricidio. Tras ello, Alina, la madre de las pequeñas, Elisa y Larisa, dio aviso a la Guardia Civil, que acudió a ese cortijo con los sanitarios de emergencias.

Luto y dolor en Alba, donde residían las dos niñas con su madre

Hoy, hasta la iglesia de Alba, --donde las menores residían con su madre--, los vecinos de la localidad han llevado el recuerdo de las niñas asesinadas. Todos saben ya que el informe forense confirma que el padre las envenenó.

Ahora, preocupa la situación de la progenitora. Alina llegó de Rumanía sin familia, y en la localidad todos se están volcando con ella con mensajes de apoyo, haciendo una colecta para que salga adelante.

“Lo tenemos clarísimo desde el Ayuntamiento de Abla: es ayudarla a ella”, ha dicho Francisco Javier Sánchez, alcalde de la localidad.

El presunto parricida iba a ser juzgado por violencia de género contra Alina en tres semanas.

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