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La Guardia Civil ha detenido a dos personas tras presentase éstos en el cuartel de la Benemérita en Barbate, Cádiz, para increpar a los agentes después de que una patrullera diera el alto a varios de ellos cuando circulaban a gran velocidad por el casco urbano de Vejer de la Frontera.
Sus detenciones, según fuentes de la investigación citadas por EFE, se han llevado a su vez en el marco de una operación en la que participan un centenar de guardias civiles y en la que se espera igualmente la detención de más personas.
Concretamente, se efectúa en respuesta a los incidentes ocurridos durante la tarde de ayer cuando una veintena de personas se congregó frente a las dependencias de cuartel de Barbate y varios de ellos, hermanos miembros de un mismo clan, comenzaron a increpar a los agentes.
Todo se produjo a aproximadamente las 18:15, 45 minutos después de que la patrulla diera el alto a un vehículo ocupado por cuatro hombres, a los que hizo bajar del coche. Fue entonces cuando uno de ellos volvió al vehículo, lo arrancó y estuvo a punto de arrollar a uno de los agentes con un fuerte acelerón.
Tras ello, según explicó Interior, recriminaron su actitud, mientras los cuatro implicados empezaron a increpar a los agentes.
Apenas 45 minutos después tuvo lugar una aglomeración de personas frente al cuartel, y entre ellos estaban dos de los implicados en los hechos anteriores, que eran dos hermanos que se presentaron junto a otro hermano y una hermana, siendo los que comenzaron a increpar a los efectivos de la Benemérita allí presentes.
Según las autoridades, todos pertenecen a una familia conocida de la zona que cuenta con numerosos antecedentes policiales por delitos de tráficos de drogas, lesiones, amenazas, contra la seguridad vial y contra el patrimonio, entre otros.
Tras estos hechos, Interior ha explicado que en la noche de ayer no se produjo ningún asalto al cuartel, como previamente había difundido la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de esa provincia.
De acuerdo con la versión que ha facilitado AUGC los individuos amenazaron de muerte diciendo "os tenía que pasar como a los del puerto", en alusión a los dos guardias civiles muertos tras ser arrollados por una narcolancha en el puerto de la localidad gaditana.
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