Este pasado martes, 27 de febrero, se cumplieron seis años de la desaparición y el asesinato de Gabriel Cruz Ramírez, el niño de ocho años al que la pareja de su padre, Ana Julia Quezada, arrebató la vida en el municipio de Níjar, en Almería, y cuyo crimen no se resolvió hasta 12 días después de perderse su pista. En una fecha tan señalada, Patricia, la madre del pequeño, al que apodaron como 'El pescaíto', siempre ha querido honrar su memoria, con homenajes en redes sociales.
El crimen de Gabriel Cruz consternó a toda España por las incógnitas que presentó desde el primer momento y que tanto costaron resolver. De hecho, se convirtió en la mayor búsqueda coordinada de un desaparecido en la historia de nuestro país, ya que participaron más de 5.000 efectivos, incluyendo 3.000 voluntarios y 2.000 profesionales.
Con motivo del sexto aniversario del crimen del pequeño, la asociación SOS Desaparecidos ha compartido en su cuenta de X a modo de homenaje una emotiva publicación que lanzó y fijó en su perfil el año pasado su madre, Patricia Ramírez, el cual reza: "Aunque no estés, estás":
Gabriel Cruz Ramírez salió de casa de su abuela paterna el martes 27 de febrero de 2018 poco después de las 15:00 horas para ir a jugar a casa de unos primos suyos que vivían a unos 100 metros de distancia, en Las Hortichuelas, dentro del municipio de Níjar. Poco después, su abuela fue a buscarlo, pero no estaba en el domicilio. Pasadas cinco horas sin tener noticias de él, la familia alertó a las autoridades para comenzar su búsqueda. El dispositivo se denominó 'Operación Nemo'.
En un primer momento se barajaron todas las hipótesis, pero fue la pareja del padre del menor, Ana Julia Quezada, quien asesinó al pequeño el mismo día de su desaparición en una finca, propiedad de la familia paterna, de la pedanía de Rodalquilar. La mujer, antes de que descubrieran su total implicación, se mostró muy afectada por la desaparición y aparecía ante los medios ofreciendo apoyo a su pareja, Ángel, sin que este supiera nada.
Ana Julia aseguró ante las autoridades haber encontrado una camiseta que podía ser del niño, pero los investigadores determinaron que la versión que aportaba era inverosimil. Por ello, la sometieron a una estrecha vigilancia. La mujer, entonces, desenterró el cuerpo del niño de la finca de Rodalquilar, lo introdujo en el maletero de su vehículo y se dirigió a su vivienda de La Puebla de Vícar, a una hora en coche, donde finalmente fue detenida tras hallarse el cadáver el 11 de marzo. Dos días después, el 13 reconoció los hechos. Y un año después, en 2019, fue condenada a prisión permanente revisable, condena que sigue cumpliendo entre rejas.
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