La Audiencia de Sevilla ha iniciado este lunes el juicio con jurado popular promovido contra un varón, acusado de dejar morir a su madre enferma en el mes de agosto de 2022 en una vivienda de la capital hispalense, hechos por los que la Fiscalía reclama para él 17 años de cárcel por un presunto delito de homicidio, ya que considera que desde que la mujer tuvo que permanecer en una cama, el investigado "desatendió sus necesidades más elementales, dejando de procurarle alimentos, líquidos y cuidados", lo que desembocó en su fallecimiento.
El juicio ha comenzado con la lectura de los escritos de las partes, toda vez que en el caso de la Fiscalía, relata en su documento que la víctima, de 88 años de edad, vivía sola en un piso en la capital hispalense, padeciendo desde hacía años problemas de salud y teniendo a su hijo, J.F.P.R., como única familia directa, quien la visitaba con frecuencia y se encargaba de su atención, "pese a lo cual no la llevó a ningún médico o centro de atención sanitaria desde 2006".
Según la Fiscalía, que achaca al inculpado un presunto delito de homicidio con agravación de especial vulnerabilidad de la víctima, desde unas tres semanas antes del 17 de agosto de 2022, la anciana se "encamó" en su piso, "perdiendo toda movilidad y deviniendo totalmente dependiente", de forma que "necesitaba movimientos posturales en la cama que se omitieron por parte del acusado, provocando que le fueran apareciendo úlceras de decúbito que se fueron profundizando".
Pese a que el acusado iba a visitarla prácticamente todos los días y era "consciente" de su deterioro físico y psíquico, según la Fiscalía, "desatendió sus necesidades más elementales, dejando de procurarle alimentos, líquidos y cuidados, de asearla, de cambiar su posición de la cama, de colocarle bolsas en la colostoma para la recogida de las heces, de limpiar su entorno, sin acudir tampoco a servicios sociales o sanitarios o llamar a un médico o a un teléfono de emergencias o asistencia domiciliaria para que la atendieran", lo que "desembocó, como resultado previsible y evitable, en el fallecimiento" de la mujer el 17 de agosto de 2022 a consecuencia de un fallo multiorgánico de deshidratación y desnutrición severas y a sobreinfección de úlceras.
En ese sentido, la defensa del acusado ha esgrimido que el mismo habría sufrido el síndrome del "estrés del cuidador", o sea un "desgaste físico y emocional" derivado del constante esfuerzo dedicado durante "doce años" a cuidar en solitario a su madre dependiente, porque la misma era "algo huraña, no salía mucho a la calle" y decidió finalmente "no salir de la cama".
El abogado del inculpado ha admitido que el acusado no afrontó esta situación "como una persona normal" y debió haber recurrido a los servicios sociales, médicos o de urgencia, una "culpa" que ha reconocido.
No obstante, ha manifestado que el encartado es quien más "lamenta" la muerte de su madre, negando que incurriese deliberadamente en una omisión del deber de socorro "para que ella falleciese", pues la causa no ha revelado ningún "motivo" que lleve a sospechar que "quisiera deshacerse" de su progenitora.
Ya al comparecer el acusado ante el jurado popular y el tribunal, el mismo ha expuesto que su madre "no salía" de la vivienda y no pedía "nada" de ayuda, ante lo cual él tenía que "estar siempre pendiente" y solucionar las necesidades de la anciana, como hacer compras, asumir las labores de la vivienda de ella y encargarse de "cualquier cosa que le hiciese falta". Vivía, según sus palabras, una "constante" obligación de atender a su madre, todo un "peso" que soportaba en una profunda "soledad".
Tal extremo, según sus palabras, le llevó a vivir "una pesadilla", afrontando un "sufrimiento de años y años" ante el cual se sentía "sobrepasado por la situación". Además, y respecto a los motivos por los cuales no recurrió a los servicios sociales o de emergencia, el acusado ha expuesto que tras la muerte de su padre años atrás, él sentía que cuidar de su madre era su "responsabilidad".
Todo ello, según ha defendido, fue lo que le llevó al punto de que "lo que veía es como si no lo estuviese viendo", en alusión al progresivo deterioro de su madre, porque ella "no se quejaba" de dolores, según ha dicho. "Estaba paralizado, sobrepasado", ha alegado el inculpado.