Daniel Sancho está acusado de tres delitos por parte de la Fiscalía tailandesa: asesinato premeditado, hacer desaparecer partes del cuerpo de su víctima, y destrucción y ocultación de documentación ajena. Él solo ha reconocido que desmembró y se deshizo de los restos del cirujano colombiano, pero ha negado el resto de cargos que se le imputan y por los que podría ser condenado a pena de muerte en el juicio que arrancará el próximo 9 de abril y se alargará previsiblemente hasta el 3 de mayo.
Ahora, sus representantes legales han denunciado "irregularidades", declarando la guerra a la policía tailandesa, a la que han acusado directamente de "engañar" al joven, asegurando que le prometieron que lo deportarían a España en 48 horas -enseñándole incluso documentos firmados- si confesaba el asesinato. La defensa tendría en su poder la copia de uno de esos documentos, una orden de deportación firmada, pese a no tener capacidad ni legal ni jurídica.
Su defensa intentará demostrar que se trata de una muerte accidental, fruto de la pelea que el hijo de Rodolfo Sancho empezó con Edwin para intentar defenderse de una agresión sexual, y sostienen que en ningún caso confesó el asesinato premeditado, señalando directamente a la policía del país asiático de "errores e irregularidades en la transcripción de la declaración".
"Daniel nunca confesó que había matado al señor Arrieta. Confesó que hubo una pelea y confesó que había procedido a desmembrarlo. Nada más. Lo que sigue manteniendo es la verdad", ha explicado Carmen Bafalgón, apuntando a que la policía tailandesa "se ganó la confianza de Daniel bajo una falsa deportación y consigue lo que consigue".
"Le dijeron mañana, en un plazo de 48 horas, estás en España, y él habló, pero jamás confesó lo que querían que confesara. Desde el minuto uno sostiene que hubo un intento de agresión sexual, él se defendió y da como resultado el fallecimiento de la víctima. Eso lo dice desde el minuto uno y hay grabaciones que lo aseveran" ha añadido la portavoz de la familia Sancho. "Se le engañó en los primeros momentos de la detención y todos sabemos que Daniel confesó todos los extremos que la policía tailandesa quería que confesara" ha reiterado.
Respecto a la compra de cuchillos, bolsas de basura y otro tipo de material que habría utilizado para perpetrar el crimen, han aclarado que compró dichos enseres para "hacer unos vídeos de cocina, nunca para asesinar al señor Arrieta. Y lo probaremos a lo largo del juicio".
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