"Pon un pollo en su mesa", la campaña para que todos tengan cena de Navidad en Benalmádena
Este año esperan conseguir 60 pollos para atender a las familias que les han solicitado ayuda
Una asociación y dos carnicerías participan en esta campaña en el municipio malagueño de Benalmádena
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Solo hacen falta dos carnicerías y una asociación para que durante esta Navidad no haya mesas vacías en el municipio de Benalmádena, en la provincia de Málaga. Todo gracias a la campaña "Pon un pollo en su mesa", que por cuarto año consecutivo ha puesto en marcha El Vuelo de las Libélulas
"Aunque parezca mentira, hay familias que no pueden permitírselo", dice María una de las organizadoras de la campaña. Por eso en pleno confinamiento ideó por primera vez una forma de ayudar a todas esas familias en estas fechas. "Empezamos poniendo pavo", explica a Informativos Telecinco, "pero era demasiado caro y desde el año pasado empezamos con el pollo".
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Muchas de las familias a las que ayudan son las que acuden a El Vuelo de las Libélulas el resto del año. Otras en cambio acuden en estas fechas, por ellas mismas o a través de terceros. "En Navidad también contactan muchos mayores que les cuesta llegar a fin de mes o quieren ayudar a sus hijos", dice María.
A través de Bizzum directo a dos carnicerías en Benalmádena y Arroyo de la Miel, se va creando una cuenta que más tarde se convertirá en pollos que irán directos a las familias que lo hayan solicitado. "Hemos llegado a conseguir hasta 30 pollos", explica María, que este año esperan alcanzar los 60 pollos.
Aquí no sobra nada, si se recauda más dinero, las carnicerías usarán esa cuenta para poder dar alimentos durante los primeros meses del año a quienes lo necesiten. Además, el negocio de Arroyo de la Miel "Tío del Pollo al carbón" les dona todos los años pollos hechos. En esta ocasión han sido 15 pollos que irán destinados a personas que viven en la calle o que no tienen opción de cocinar.
Toda ayuda es poca para esta asociación que lleva siete años atendiendo a familias del municipio para ayudar a salir del estado de vulnerabilidad. "Es lo que llamamos el vuelo de las libélulas", dice María, ese momento en el que por fin saltan dejando atrás las dificultades que no les permitían volar.
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