El compás de Mía, la niña de cuatro años invidente que toca el cajón en Cádiz: "Lo lleva dentro"

Mía tiene cuatro años y un mundo entero por descubrir. Lo hace a través del oído porque nació sin poder ver. Y así ha creado en Cádiz un mundo de sonidos que ella misma dirige. "Tiene mucho ritmo", dice su madre María Celeste, y con ese ritmo convierte cada día en una canción. 

"Desde que se levanta está tocando soniquetes", dice su padre Oscar Crespo. A Mía le encanta la música y convierte juguetes en instrumentos, aunque también tiene en su cuarto un cajón que lleva su nombre y su compás. "Le gusta mucho la percusión", explica su padre, "y la verdad es que tiene un ritmo increíble".

Puede que la ceguera haya tenido algo que ver. "Seguramente lo ha potenciado", dice su madre, "pero el ritmo lo lleva dentro". Lo tiene justo al lado de la alegría. "Ella es un torbellino de nervios, todo el día dando saltitos, y también es pura superación", dice María Celeste, que asegura que aprende a diario de su hija.

"Es una niña que no tiene límites", dice su Óscar, que recibe mensajes de apoyo de padres de todo el mundo. Los vídeos de Mía se han hecho populares en la red, sobre todo en los que la pequeña toca un cajón y que han sido compartidos por miles de personas en páginas dedicadas al flamenco. 

"Le sale del alma", dice Óscar, que presume cada vez que puede del ritmo de la pequeña. Aunque lo que de verdad le importa es verla feliz. "Que ella sea ciega y no vea no tienes por qué sentirte mal", explica su padre, "al revés, super orgulloso y estoy contentísimo de ella".

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