La sevillana María Muñoz, número 1 del EIR 2023 y futura matrona: "El camino es muy duro, pero merece la pena"

  • Con 140 aciertos, 49 fallos y 133,3428 puntos totales, María ha conseguido superar a los más de 6.000 aspirantes que se presentaron a las pruebas para Enfermero Interno Residente

  • Asegura que lo principal para aprobar y sacar plaza es "ser muy constante" y "aunque te vengas abajo, recuperarte y tirar adelante"

  • El Ministerio de Sanidad ha convocado 1.961 plazas en 2023 para Formación Sanitaria Especializada en Enfermería

A sus 22 años, María Muñoz se ha convertido en el ídolo de muchos estudiantes de Formación Sanitaria Especializada en Enfermería que aspiran a superar las próximas convocatorias del examen EIR (Enfermero Interno Residente) para acceder a una plaza en un centro hospitalario público y poder ejercer su profesión.

Y lo ha hecho porque ha conseguido superar a los más de 6.000 aspirantes que el pasado 21 de enero se presentaron a las pruebas para optar a una de las 1.961 plazas convocadas este año por el Ministerio de Sanidad.

Ella va a poder elegir la que quiera, porque, con 140 aciertos, 49 fallos y 133,3428 puntos totales, su nombre ocupa el número 1 en el listado provisional de aprobados. Y lo tiene claro: se decantará por la especialidad de Ginecología y Obstetricia para cumplir su sueño de ser matrona en un hospital de su tierra, Sevilla.

"Aún no sé el hospital, porque primero quiero informarme bien y hablar con otros compañeros que ya están trabajando como residentes. De momento, estoy aprovechando para recuperar tiempo con mi familia y descansar", declara a NIUS.

Salió del examen "con muy malas sensaciones"

María reconoce que es muy difícil conseguir plaza como matrona, por lo que ya tenía clara su segunda opción, que era salud mental. Asegura que salió del examen "con muy malas sensaciones", así que ni siquiera se imaginaba que le iban a dar tan buena noticia.

"Mis padres y mis amigos tenían más confianza en mí que yo misma y siempre estaban animándome", explica y recuerda cómo en los momentos de "bajón" sus compañeras de preparación fueron su principal apoyo. "Desde septiembre a enero pasaba 12 horas diarias en la biblioteca estudiando. De lunes a domingo. No podía permitirme ningún día de descanso porque durante el verano estuve trabajando y ya había perdido muchas horas de estudio. A nivel mental es muy duro", recuerda.

No se arrepiente de todo lo que ha tenido que sacrificar por culpa del examen, aunque cuenta que para ella el peor momento fue la época navideña, porque "hay muchas reuniones familiares y de amigos a las que no pude asistir", porque, tal y como argumenta, "lo principal para aprobar y sacar plaza es ser muy constante y, aunque te vengas abajo recuperarte y tirar adelante".

Esta joven sevillana se ríe cuando recuerda que su nota en las Pruebas de Acceso a la Universidad no le dieron para acceder a una plaza en Odontología, que era lo que siempre quiso ser. "Fíjate, y ahora acabo la primera de la lista en unas oposiciones", exclama, mientras indica que el primer año de Enfermería no se sintió "motivada" porque las asignaturas "eran muy generales".

"La profesión de matrona iba a acabar enamorándome"

"Ya en el segundo año había asignaturas más específicas que me gustaban más, empezamos las prácticas y dimos una asignatura que se llamaba Enfermería Reproductiva. A partir de ahí supe que iba bien encaminada y que la profesión de matrona iba a acabar enamorándome", apunta.

Una grata sorpresa que está deseando seguir celebrando con las personas a las que quiere y que dejó abandonadas durante tantos meses, no sin antes enviar un mensaje a todos aquellos que ya están empezando a prepararse la convocatoria del año que viene: "Ánimo, porque aunque el camino es muy duro, el resultado merece la pena".

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