Bertín Osborne se ha alegrado y sorprendido muchísimo al encontrarse con un José Luis estupendo. El cantante sufría una fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad mortal que disminuye progresivamente la función de los pulmones, y en diciembre de 2017 se sometió a un doble trasplante de pulmón. Una operación complicadísima que ha concedido al cantante una nueva esperanza de vida.
Más o menos un año después, José Luis Rodríguez sigue siendo ‘El Puma’. Un hombre al que no se le pone nada por delante y que ha luchado con uñas y dientes por tener una nueva oportunidad “Me morí tres veces, Bertín”, asegura. Bertín Osborne ha querido que el cantante le contara cómo vivió la enfermedad y el momento del trasplante y José Luis le ha explicado a Bertín que es muy complicado explicar con palabras lo que se siente ante una operación así, pero ha querido confesarle algo que no suele contarle a nadie porque resulta muy complicado de creer.
Según afirma, estaba con su esposa Carolina en la unidad de cuidados intensivos y de repente, se le torció la lengua y comenzó a hablar en arameo “Trataba de hablar en español y no podía… Era un léxico espiritual, era la unción del Espíritu Santo. Empecé a hablar, sin parar, una lengua que yo jamás en mi vida había hablado y lo único que atiné a decir fue “Cristo, perdóname”. Nunca lloré tanto como ese día, pero un lloro de gozo, de alegría… Llamamos a un pastor amigo nuestro y dijo “Está hablando en lengua, eso es el Espíritu Santo”.
La vida le ha dado una nueva oportunidad y ni José Luis Rodríguez ni ‘El Puma’ piensan desaprovecharla: “Esta oportunidad que me han dado es maravillosa, quiero vivir intensamente porque no tengo tiempo para perder, no tengo tiempo para equivocarme”.
Tras una larga charla con su amigo José Luis, ambos han compartido una divertida y rica comida con Carolina, la mujer con la que ‘El Puma’ lleva 31 años de amor. Bertín ha querido saber cómo había vivido ella la enfermedad del cantante y Carolina le ha abierto su corazón de par en par. Le ha contado que cuando sonó el teléfono por primera vez con la posibilidad de un trasplante, un escalofría le recorrió el cuerpo y tuvo claro que si operaban a su marido ese día, se iba a morir.
Algo completamente opuesto le sucedió cuando el segundo donante llegó a sus vidas. Carolina asegura que sintió una paz maravillosa y tuvo claro que había llegado el momento. Una vibración le dijo que todo iba a salir bien y a las pocas horas de ser intervenido, el cantante ya le daba órdenes para que entrara en la habitación. Eso sí, no fue todo de color de rosas, una alergia inesperada puso en peligro la vida de José Luis de forma inesperada.