Fermín está muy triste porque Vicente le ha pedido el divorciado, y ha tenido que firmar obligado por la abogada. Pero se va a llevar una gran sorpresa cuando vuelve a aparecer en su casa Raluka. En esta ocasión la rumana no viene sola, le acompañan sus tres primos: Vasili, Gica y Cosmin. Le pide al espetero que les deje quedarse allí con ellos.
Acaban de llegar a España y necesitan que les ayuden. Eso sí comen mucho, son muy deportistas. Ahora buscan un negocio aquí. Y le ofrecen trabajo a Fermín: 10.000 euros por un día. “¿Qué vamos a hacer? ¿Robar un banco?”, les pregunta. Un banco no, un chalé de un millonario. Han planeado asaltarlo y necesitan un conductor y un coche.
El espetero se agobia un poco con la idea pero al final acepta porque si no lo hace, le dejan en silla de ruedas. El plan parecía fácil, solo les tenía que dejar en la puerta de la casa y esperar a que salga. Pero de repente recibe la llamada de Coque, Vicente acaba de tener un ictus y está muy grave en el hospital. No se lo piensa dos veces y se va, en esto que ve que aparece la policía.
Cuando vuelve a casa, Raluka le pregunta que dónde estaba y Fermín le cuenta toda la verdad. Ha dejado tirados a los primos rumanos. Raluka le advierte que es hombre muerto, va a hacer con él carne picada.