Clarita quiere que Amador se haga cargo de la niña, pero él sigue negando que sea el padre de la criatura, así que intenta evitarla. Pero en un despiste del Cuqui, la sobrina de Menchu le mete un palo por la boca para cogerle una muestra de saliva y hacer el test de paternidad.
Para que Amador no la evite, Clarita ha decidido alquilar el 1ºB, el piso de Bruno porque estar cerca de él. Al principio el Cuqui se siente un poco agobiado pero al final se rinde porque no le queda otra, y porque Agus acaba echándole de Villa Borderline por no pagarle el alquiler. “He estado pensando y tienes razón Antonia Candelaria es fruto de nuestro amor y efectivamente, necesita a su padre”, le dice Amador a Clarita, pero ella no entiende por qué ha cambiado tan rápidamente de opinión. Ella lo sabía, “sabía que al final el amor triunfaría”.
Amador quiere ser un padre ejemplar. Intenta montar la cuna, sale de paseo con su niña, la cambia los pañales… Pero un día llega el resultado de la prueba de paternidad. ¡Y sorpresa! El Cuqui no es el padre de Antonia Candelaria. ¿Y quién es entonces?
Tras echar cuentas, Clarita se ha dado cuenta de quién es el progenitor de la niña. ¡Es Josito! La sobrina de Menchu ha subido al ático para darle la noticia a su tía. ¡Es abuela! “Pues sí se parece, sí”, sentencia la Yoli al ver a Antonia Candelaria.