Marta y Ángel tienen 22 y 25 años respectivamente pero, pese a su juventud, ya tienen dos hijos pequeños y han vivido un sinfín de situaciones que les han llevado hasta el plató de 'La vida sin filtros'. Marta y Ángel se conocieron a través de las redes sociales y, tras varias quedadas en un parque de su ciudad, empezaron una relación sentimental que les ha traído hasta el día de hoy:
"Me quedé embarazada por primera vez a los 16 años y nos fuimos a vivir a casa de mi suegra porque mis padres no se lo tomaron demasiado bien, yo estaba todavía en el instituto y no les gustó".
Con el tiempo, Marta descubrió que Ángel le era infiel porque empezó a notar situaciones y comportamientos que no eran normales. Ángel empezó a comportarse de manera fría y a no prestarle demasiada atención. Efectivamente, tal y como Marta sospechaba, Ángel le estaba siendo infiel con una chica del barrio que ambos conocían y a la que el chico prometió dejar para siempre:
"Él me ha hecho mucho daño pero me ha prometido que se arrepiente y que eso está olvidado, que no lo va a volver a hacer. Yo le quiero y le amo, y tengo dos niños pequeños con él, así que le quiero perdonar y pedirle que se case conmigo".
Ángel ha llegado hasta el plató de 'La vida sin filtros' convencido de que su visita era para conocer las instalaciones de Mediaset. Sin embargo, el joven se ha encontrado en medio del plató, con Marta sentada en el sofá de los entrevistados... ¡y con Suso Álvarez entre los colaboradores!
Y es que Ángel se siente completamente fascinado con Suso Álvarez, a quien considera un modelo a seguir: "Me encanta Suso, nos conocimos en una discoteca y es muy buen tío. Quiero decir que todos deberíamos aprender de él y ser como él". Suso, que no daba crédito a lo que estaba viviendo, se dejaba querer y le daba un abrazo a su admirador.
Pese a que Ángel estaba completamente obnubilado con la presencia de Suso, Marta se armaba de valor y le pedía a su chico matrimonio: "Quiero decirte que te quiero, que te perdono y que si quieres casarte conmigo". Ángel, que estaba más pendiente de los comentarios de Suso, no contestaba a su chica y esta insistía ya algo enfadada: "¡Quieres o no!".