La cara más amable de la tragedia provocada por la DANA son los niños. Verlos jugar entre el barro o ayudando en las labores de limpieza nos hace creer en la bondad del ser humano y muchas son las imágenes que quedarán para el recuerdo de todos.
La historia de Neizan y Nizan se ha hecho viral. Se trata de dos niños valencianos que recorren las calles de Picanya en busca de afectados que necesiten comida, agua o cualquier tipo de auxilio, son hoy son un ejemplo viral de solidaridad, empatía, unión y resiliencia frente a la más absoluta catástrofe.
'La mirada crítica' ha acompañado a estos dos amigos en uno de sus días y nos han enseñado cómo la amistad permanece más fuerte que nunca ante las adversidades. Neizan y Izan salen cada día a ayudar a los afectados por la tragedia y trabajan como voluntarios casi sin descanso desde las 11:30 hasta las 19:30 horas.
"En lugar de estar en casa, pues ayudamos a la gente. Empezamos porque vimos que las señoras mayores no podían salir con tato barro a los puntos de encuentro", nos han explicado. Además, estos dos pequeños solidarios han querido mandar un mensaje a todos los afectados: "No os rindáis y coman yogur".
Pese a su temprana edad, apenas 14 años, ambos, han tomado acción inmediatamente para colaborar en medio del desastre. Repartiendo víveres entre quienes lo han perdido todo, ellos mismos cuentan cómo sus viviendas también se han visto destrozadas: "Su casa está hecha una basura. La mía está bien porque yo vivo en un tercero y él vive en un segundo", contaban hace unos días.
Empujando un carrito lleno de provisiones, con los guantes y las botas puestas para abrirse paso entre el barro y los innumerables destrozos dejados por la DANA, Neizan y Nizan, dos niños valencianos que recorren las calles de Picanya en busca de afectados que necesiten comida, agua o cualquier tipo de auxilio, han conquistado a las redes sociales tras difundirse su historia repartiendo comida y agua por las calles de Picanya.