Íñigo Errejón, cofundador de Podemos en 2014 y ahora ex portavoz de Sumar, continúa siendo objeto de intenso debate público. Los presuntos abusos que se le atribuyen han desencadenado numerosos testimonios adicionales sobre supuestas agresiones, con mujeres que denuncian en redes sociales situaciones comprometedoras vinculadas al político. La periodista Cristina Fallarás, quien ha destapado varias denuncias, incluyendo la de la actriz Elisa Mouliaá, ha asistido a 'La mirada crítica' para aportar nuevos datos y analizar la situación política actual en España.
Durante el programa, Ana Terradillos ha reaccionado a las declaraciones de la periodista Cristina Fallarás criticando al exportavoz y su supuesta hipocresía en sus políticas. "Con cada nuevo testimonio que conocemos, me resulta difícil asimilar la doble vida que llevaba este señor. Era un parlamentario durante el día, y por la noche se convertía en un monstruo", ha declarado Terradillos en relación con las acusaciones que pesan sobre el político.
Según los testimonios que siguen surgiendo, el parlamentario habría llevado dos vidas paralelas. En su carta de dimisión, Íñigo Errejón se refirió a estas como "la faceta del personaje" y "la de la persona". Uno de los testimonios describe que, en el verano de 2014, Errejón conoció a una joven a quien hizo creer que tenían una relación de masoquismo consensuado; sin embargo, la mujer asegura que fue una relación de sometimiento no consensuado. Mientras tanto, en el ámbito político, impulsaba el proyecto de 'Podemos'. Otro relato cuenta cómo el político convertía su relación en una "competición" donde sus parejas debían “escalar en el ranking de chicas que tenía a su disposición", al tiempo que desarrollaba el proyecto de 'Más Madrid'. Estos testimonios, y muchos otros, se han hecho públicos mientras el político avanzaba en sus proyectos como la 'Ley del Solo Sí es Sí' o se posicionaba públicamente contra Rubiales tras el beso a Jenny Hermoso.
Ana Terradillos ha comentado que esta doble vida es propia de un psicópata: "Esto es de un tío que está loco; hay que tener narices, ser malo, estar enfermo, ser machista y misógino para hacer eso y mantener el discurso".