La inflación no cesa. El Gobierno ya realizó una prórroga el pasado mes de diciembre hasta el 30 de junio, para poner la reducción del IVA al 0% en los productos considerados como alimentos básicos pero, a partir del 1 de octubre y hasta el 31 de diciembre, la tasa impositiva de varios productos básicos subirá un 2%. Los productos más afectados serán el pan común, las harinas utilizadas para panificación, la leche, los quesos, las hortalizas, las legumbres, los tubérculos, los huevos, así como frutas, verduras y cereales en su estado natural.
Debido a varias razones, uno de los productos más afectados por el aumento de precio es el café. Sus coste ha aumentado en promedio un 57% en toda Europa, y los amantes de esta bebida deberán hacer frente a esta subida. La caída en la producción, las tensiones geopolíticas y los problemas climáticos en los países productores han generado un escenario complicado para la industria cafetera. En 'La mirada crítica' analizamos cómo este incremento de precios está afectando al país.
En el último año, el precio del café ha subido drásticamente, no solo en los supermercados, sino también en bares y cafeterías de barrio. Este aumento responde a una serie de factores, como la disminución de la producción en países clave, el incremento en los tiempos de transporte, los conflictos bélicos en Europa y los efectos climáticos adversos en las zonas productoras.
Una de las rutas comerciales más importantes, el paso por el Mar Rojo, se ha visto afectada por las recientes tensiones en Oriente Medio, encareciendo aún más el transporte del grano. A pesar de que el café es uno de los productos cuyo precio se ha disparado más, seguimos reacios a renunciar a él.
Los dueños de los bares han tenido que hacer frente al aumento de precios pero, no solo al del café sino también el de otros alimentos básicos.
Los aceites de semillas y pastas alimenticias, que ya se gravaban con un 5% de IVA, verán un incremento mayor, subirán un 7,5% de IVA a partir de octubre.
El aceite de oliva, producto esencial en la dieta mediterránea y del que ya hemos notado un encarecimiento de precio estará sujeto al tipo impositivo del 10%.
Algo tan característico y consumido en España, como es la tortilla de patatas, ya supone un coste más elevado: elaborarla hoy es un 40% más cara. El clásico de la dieta mediterránea sube en costes debido a la subida de sus ingredientes, por lo que dependiendo de dónde compremos los productos, hacer una tortilla de patatas casera podría llegar a suponer un desembolso de casi 30 euros (si compramos en cantidad, por kilo).