El pasado miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que los brotes actuales de Mpox, o viruela del mono, en el Congo y otras partes de África son una emergencia de salud mundial.
Europa realizará este lunes 19 de agosto una reunión en la que debatirán el modo de actuación frente a la viruela del mono. Asimismo, el Ministerio de Sanidad español ha convocado un encuentro para el martes con las autoridades sanitarias de las distintas comunidades autónomas, donde "probablemente se trate el tema de la vacunación".
Muchos son los que se preguntan si este brote de viruela del mono podría terminar convirtiéndose en una nueva pandemia, motivo por el que 'La mirada crítica' ha hablado con el inmunólogo Alfredo Corell, que ha pedido tranquilidad: "De ninguna manera estamos a las puertas de una especie de pandemia como recordamos con el COVID". La forma de contagio de este virus es muy diferente y en este caso no se contagia por el aire, por lo que es mucho más difícil contagiarnos", nos ha explicado.
"Estamos en una situación muy diferente a la que están en África, donde probablemente tengan que reforzar", ha destacado. Sobre la vacunación, este inmunólogo nos ha explicado: "No hay una vacuna específica para la viruela del mono y la que se está utilizando es la de la viruela. Es útil también para esta nueva viruela del mono que es todavía más parecida a la viruela humana y va a ser todavía más efectiva para esta variante".
En los dos últimos años los casos detectados han aumentado en el continente africano: desde enero de 2022 se han diagnosticado 38.465 casos y se han producido 1.465 fallecimientos con un aumento de casos del 79%, según los datos de CDC África.
'La mirada crítica' se ha puesto en contacto con Salvador Casado, médico de familia, para conocer de primera mano cuáles son los síntomas de este virus que ya ha hecho su aparición en Europa con un caso confirmado en Suecia, y ante qué señales debemos acudir a los servicios de emergencias:
"Es un virus que ha mutado y el contagio es por contacto estrecho, convivientes, relaciones sexuales o mucha proximidad, especialmente por contacto con las pústulas o lesiones. Una persona que tenga fiebre alta y tenga ampollas con pus debe acudir inmediatamente al hospital, es como un gripazo pero con salpullido. De momento se trata de casos puntuales, las cifras son pequeñas pero hay que estar pendientes ante posibles casos. Lo fundamental aquí para el control es que la población tenga información y acuda al servicio sanitario si tiene dudas".