Antonio Texeira comparece en ‘La mirada crítica’ para presentar su sección frente al pantallón para explicar los cinco fracasos que ha cometido Yolanda Díaz y que han dado lugar a su posterior dimisión en SUMAR.
“Hace tan solo dos meses, Yolanda fue proclamada coordinadora en SUMAR y ella era la referencia absoluta. La corta vida de SUMAR apenas tiene historia o está con lastres por fracasos continuos. El primer eslabón que se quebró fue Unidas Podemos, que se marchó al grupo mixto y a partir de ahí no supo rentabilizar en el ejecutivo, principalmente ante las elecciones de Galicia, País Vasco, Cataluña o Europa", comenta el periodista.
"En Galicia, una de las vicepresidentas ni siquiera entraron en el Parlamento, en el País Vasco se quedaron con la mínima representación, en Cataluña bajaron dos y han sido las elecciones en Europa las que han ido tan mal que le han hecho dejar su liderazgo en SUMAR, de hecho, así lo dijo en una comparecencia sin preguntas", asegura Texeira.
Por último, el periodista explica los retos que le hacen a Yolanda Díaz quedarse en el Gobierno: "No deja de ser vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, para según ella, regular los precios de la vivienda en propiedad y alquiler, reducir la jornada laboral, una reforma fiscal para que paguen más aquellos que más tienen, permisos retribuidos por hijos a cargo para luchar con la pobreza infantil y acabar con el genocidio en Palestina"
Yolanda Díaz dimite de sus cargos en Sumar tras los malos resultados cosechados por la formación en las elecciones europeas. La vicepresidenta segunda lo ha anunciado durante una declaración en la que ha subrayado que asume la responsabilidad y "es necesario dar un paso al lado para dar un paso adelante en la política que importa a la gente".
Así lo ha manifestado durante una declaración pública en streaming tras la reunión de la Ejecutiva de Sumar que se ha prolongado durante más de tres horas y en la que ha formalizado su dimisión como coordinadora general de la formación.
“He decidido dejar mi cargo como coordinadora de Sumar" ha señalado, sin hablar, no obstante, de los cargos que tiene en el Gobierno de España. En este sentido, fuentes de la formación remarcan que seguirá como ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, además de continuar como presidenta del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso.
El varapalo electoral en los comicios del 9J, --con 3 escaños y un 4,67% de los votos--, ha abierto una fuerte crisis en la coalición de izquierdas, con voces críticas en Más Madrid como el dirigente Eduardo Fernández Rubiño que demandaba asumir responsabilidades en la cúpula de Sumar.
Hoy, el líder de IU ha manifestado que tras el decepcionante resultado de Sumar, que les deja fuera del Parlamento Europeo por primera vez en su historia, ha proclamado que "todo proyecto sin organización es efímero".
Ahora, Yolanda Díaz asume en primera persona el batacazo de las europeas: "Es mi responsabilidad y me hago cargo", ha dicho durante su intervención, en la que ha manifestado que estas elecciones han servido de "espejo" y que la ciudadanía no se "equivoca" cuando vota o cuando decide no acudir a votar.
"Es siempre nuestra responsabilidad. Y en este caso, y sin duda ninguna, es mi responsabilidad. La ciudadanía ha hablado y yo voy a hacerme cargo", ha desgranado para exponer que decide dejar el cargo de coordinadora federal.
Del mismo modo, ha señalado que es necesario que el espacio abra un debate colectivo en el seno de Sumar, así como en sus organizaciones aliados, y con su renuncia "abre ese camino".
"En estos meses siento que no he hecho las cosas que debía hacer y las cosas que mejor sé hacer. La ciudadanía, sin duda, lo ha percibido", ha enfatizo la vicepresidenta segunda.
Con la dimisión de Yolanda Díaz se abre ahora el proceso para encontrar coordinador general en Sumar, cargo para el que fue elegida en marzo en la primera asamblea estatal de la formación. Ahora, según fuentes del partido, se convocará pronto el Grupo Promotor de Sumar, el máximo órgano de la formación conformado por 80 miembros, que según los estatutos tendrá que proponer un nuevo coordinador general y debe ser aprobado por mayoría simple.
La idea es que este proceso se pueda convocar en una o dos semanas para evitar prolongar que la formación esté descabezada más tiempo.