El verano se va acercando y la fiebre por adelgazar invade a buena parte de la población. En el mes de mayo los gimnasios alcanzan su máximo nivel de matrículas, muchas de las cuales no duran más de un par de meses.
Esta obsesión por la pérdida de peso ha hecho cada vez sea más habitual recurrir a prácticas peligrosas para quitarse esos kilos de más en poco tiempo y casi sin esfuerzo. Los médicos están preocupados por esta peligrosa práctica y advierte de que sus perjuicios son mayores que sus beneficios.
Este miércoles, 'La mirada crítica' ha hablado en directo con Álvaro Fernández, farmacéutico, que nos ha advertido de los problemas que nos puede ocasionar el consumo inadecuado de estos medicamentos: "Tiene efectos secundarios igual que lo tienen todos, por eso solo son con prescripción médica. Además, hay que dejar claro que tampoco son milagrosos y que más del 60% de la gente que los usa ha recuperado todo el peso que ha perdido", ha explicado.
"Son fármacos que en principio se usaban para la diabetes o para personas con un I.M.C por encima de 30, es decir, personas con una obesidad severa, no para aquellos que quieren perder cuatro o cinco kilos porque no entran en el vestido para la boda de su amigo", ha recalcado.
Sobre cómo se consiguen estos medicamentos sin necesitarlos, Álvaro Fernández nos ha contado: "Hay un mercado negro en el que se compran a través de Internet, por lo que tampoco tienes la garantía de que el fármaco sea el que tú quieres conseguir".
"Tomarlos te reduce el apetito y nos da sensación de saciedad, por lo que comes menos y pierdes peso. Lo que sucede es que cuando dejas de tomarlos todos esos efectos se revierten y, si durante el tiempo que has estado tomando el fármaco no has incluido el ejercicio físico o has llevado una dieta más saludable que la que te ha hecho ganar ese peso, al final vas a aumentar hasta más kilos que antes", ha explicado farmacéutico.