Las chinches, que son una plaga en buena parte de Europa, han llegado al Camino de Santiago y las mochilas de los peregrinos se han convertido en las principales sospechosas del aumento de estos incómodos insectos.
Muchos albergues han tenido que cerrar y otros han tomado fuertes medidas preventivas para tratar de evitarlas. 'La mirada crítica' ha hablado con Jesús Fariñas, propietario de uno de estos centros, nos ha explicado que los peregrinos tienen que desinfectarse los pies al llegar y que tienen "totalmente prohibido dejar las mochilas en las camas".
En este hostal, los zapatos se deben dejar en una zona habilitada para ellos y las habitaciones se han quedado totalmente blancas para tratar de verlas inmediatamente. Además, han creado sacos antichinches o fundas de protección.
Hosteleros del municipio pontevedrés de Caldas han apuntado a las mochilas de los peregrinos y al transporte colectivo de las mismas como principal forma de transmisión de las chinches a lo largo del Camino de Santiago.