Marina y Jesús, de 25 y 21 años, se adentraron en la aventura de ‘La isla de las tentaciones’ para recuperar la chispa en su relación. Cuando comenzó el programa llevaban juntos cinco años y traían a sus espaldas un pasado complicado, marcado por la infidelidad de Marina y por la monotonía. “Queremos ir a ‘La isla de las tentaciones’ para yo demostrarle a él que puede confiar cien por cien en mí”, decía ella en su presentación.
Marina y Jesús se conocieron hace cinco años gracias a unos amigos y, cuando se vieron por primera vez, él se quedó impresionado con la que sería su novia. “De lo más bonito que me ha pasado en la vida”, recuerda Jesús.
A partir de ese momento comenzaron a salir, pero su relación fue tan intensa que al final todo acabó saltando por los aires. Jesús la describe como monótona y a Marina eso le pesó. Tanto que, en un viaje con unas amigas, conoció a otra persona y acabó siéndole infiel a su pareja. Esto ocurrió a los dos años. Por esa razón rompieron, pero sus vidas no se separaron.
“Yo lo paso mal el primer día, el segundo… pero al tercero yo ya estoy nueva”, explica Marina, refiriéndose a las rupturas. Para Jesús fue más difícil porque “seguía teniendo relación con su familia, entrando en su casa y viéndola”. Al final, volvieron a retomar la relación, aunque con una pesada mochila a sus espaldas que les ha lastrado en más de una ocasión.
Jesús cree que uno de los problemas de la relación es que Marina no ha tenido en ningún momento la sensación de que puede perderle y quiere que en ‘La isla de las tentaciones’ pase por esa experiencia. Por su parte, lo que a Marina le gustaría es recuperar la chispa de la relación y volver a vivir sensaciones fuertes.
La psicóloga Arantxa Coca analizó en el debate de ‘La isla de las tentaciones’ a la pareja formada por Marina y Jesús. Les definió como “en busca de la chispa”.
“Es la pareja que más ha estado junta, cinco años, con dos crisis muy importantes que fueron dolorosas porque no dejan de decir que necesitan enterrar el pasado”, valora la psicóloga. Y añade: “Eso significa que lo han pasado mal y es posible que ahí ya la pareja haya perdido el encanto y que hayan entrado en una fase de desencanto, sobre todo Marina, que es muy sincera y que dice que necesita buscar la chispa”.
Pese a que solo llevaban unas horas separados, Marina pronto encontró todo aquello que iba buscando en ‘La isla de las tentaciones’. Sensaciones, nervios y chispa. Pero no lo hizo con su novio Jesús, sino con Isaac, alias ‘Lobo’, uno de los solteros de la villa de las chipas.
La complicidad entre ambos estuvo presente desde el primer momento e incluso las compañeras de Marina se dieron cuenta: pese a que alguna de ellas también habría elegido a Isaac para su primera cita, se echaron a un lado.
Cuando volvieron a verse Jesús y Marina, él se mosqueó porque ya notó las risas y las miradas entre su novia e Isaac. Su intuición era acertada, por esa noche, en la primera fiesta, la atracción y el tonteo fueron más fuertes que nunca.