Parece que las chicas están muy unidas en Villa Paraíso, pero de vez en cuando también tienen sus enfrentamientos. En el último programa de ‘La isla de las tentaciones’ vimos que Gal·la estaba mosqueada con Sandra porque, según ella, percibe que se siente atraída por Miguel pero no quiere decírselo.
La chispa que hizo saltar a Gal·la fue uno de los retos de la botella. Sandra debía dar un mordisco en la nuca al segundo chico que más la gustase y escogió a Miguel. A la novia de Nico no le hizo ninguna gracia porque creía que ese gesto confirmaba sus sospechas, pese a las continuas negativas de Sandra. Lo habló con Zoe, que reconoció que no acaba de fiarse de la novia de Darío…
Gal·la le ha preguntado varias veces a Sandra si le gusta Miguel, pero ella siempre ha dicho que no. Durante la última fiesta volvió a hacerlo y la respuesta fue la misma. La novia de Darío asegura que no tendría ningún problema en reconocer que se siente atraída por el extronista si así fuese, pero que no es verdad. Gal·la no ha terminado de creerla y Sandra se ha marchado muy afectada…
La de Alicante buscó apoyo en Rubo, su soltero favorito, con el que se desahogó. Los dos tiene mucha complicidad y su acercamiento dio un paso de gigante esa misma noche: ¡acabaron besándose en el sofá!
Darío vio las imágenes de Sandra y Rubo en la última hoguera y se le cayó el alma a los pies. Ya sospechaba que su chica podría haber superado los límites cuando descubrió que su gran secreto (que fue infiel a su novio poco antes de entrar en el programa) ya era vox pópuli y así ocurrió. Dolido, Darío pidió una hoguera de confrontación para hablar con Sandra de todo lo ocurrido y dar por zanjada (o no) su relación de un año y medio.