Esta temporada, ‘El Debate de las Tentaciones’ será fundamental para seguir todas las tramas de ‘La Isla de las Tentaciones’. Tanto es así, que en el primer Debate ya pudimos ver las imágenes en exclusiva de la primera fiesta en las Villas. Una fiesta en la que lo pasaron en grande y pudieron relacionarse y conocer mejor a sus tentadores.
El problema para ellos llegó al día siguiente, cuando tuvieron que enfrentarse en ambas casas a un visionado en el que se les mostrarían las imágenes de todo lo que ocurrió con sus parejas en la otra villa. Y si la reacción de las chicas y de Zoe fue mayúscula, la de los chicos no fue para menos.
Ninguno de ellos se esperaba la visita de la presentadora. Nico, por ejemplo, afirmaba estar muy nervioso: “Tengo el corazón que se me sale por la boca”. Alejandro por su parte cree que las chicas lo habrían pasado muy mal por no haber desconectado la alarma. Nada más lejos de la realidad.
Una vez vistas las imágenes, era el momento de sopesar todo lo que estaba ocurriendo. El primero en manifestarse era Álvaro, quien no entendía cómo su chica había dejado que uno de los solteros le diera un beso en el cuello: “Lo primero que dijimos fue que besos en el cuello no”. A Alejandro tampoco le gustó nada ver cómo Tania se dejaba dar un masaje por Steve en la piscina.
La reacción a las imágenes fue la esperada: desconcierto y dudas. Josué animaba a Alejandro a no adelantarse a los acontecimientos, pero él ya no podía pensar en otra cosa: “Ahora mismo estoy roto. Esa cara me la pone a mí en la intimidad y no quiero que toda España vea la cara que pone cuando está conmigo en la intimidad”.
Nico se siente un poco “tonto”: “Me estoy preocupando de que esté bien, me estoy preocupando por ella y no sé qué se cree. No me siento valorado”. Josué era el único que confirmaba sentirse “a salvo”: “Es tanto el miedo que tiene a perderme que no quiere arriesgarse ni siquiera a jugar. Paciencia y a ver qué pasa”.
Sandra Barneda les comunicaba que no había más imágenes para ellos y abandonaba la villa. Era el momento de reflexionar sobre todo lo que habían visto. Ya más tranquilos, Alejandro era el primero en tomar la decisión: “Vamos a jugar, ¿no?”. Darío le daba la razón: “Vamos a disfrutar nosotros y no nos vamos a cohibir”. Nico estaba de su lado y comentaba que tenían que hacer lo que sintieran.