Adrián empezó su camino en ‘La isla de las tentaciones’ de manera muy tensa. En la ceremonia de presentación de los solteros, una de las tentadoras, Jenny, tuvo un encontronazo con Naomi. Al día siguiente, él le dio su primera cita precisamente a esa soltera y su novia estalló: lo consideraba una traición.
Pese al gran enfado de la de Valencia, la pareja se despidió bien y dispuestos a confiar el uno en el otro para salir fortalecidos del programa.
Ya en Villa Playa, Adrián empezó a tener sus reservas con Jenny porque no le gustó nada la forma que tuvo de hablarle a su novia. Por eso, a pesar de tener la cita con ella, empezó a conocer a las demás chicas y se fijó en Keyla, con la que conectó rápidamente.
Para Adrián, Keyla “está más buena que el pan en guerra”. Le encanta su físico y su forma de ser, porque con ella se lo pasa bomba. Tanta complicidad tienen, que acabaron haciendo saltar la luz de la tentación cuando se abrazaron en la piscina.
A pesar de que ya no solo tiene ojos para Jenny, al parecer a Adrián le sigue apeteciendo estar con ella. O, al menos, es lo que parecía cuando la eligió para jugar a un ardiente juego que acabó haciendo que sonara la luz de la tentación en Villa Paraíso.