Después de vivir la experiencia de ‘La isla de las tentaciones’ rodeados de solteros y solteras durante semanas, Andreu y Paola se reencontraban en la esperada hoguera final. Llegaba la hora de la verdad y ambos tenían que decidir cómo querían salir del programa: juntos, solos o con un nuevo amor.
Él esperaba sentado y, de pronto, ella aparecía al final del pasillo de arena. Nada más verla, Andreu se levantaba para correr hacia ella y abrazarla. Al sentarse en la hoguera, Andreu preguntaba si le quería: “Tengo que hablar muchas cosas antes contigo”, le decía ella.
El mallorquín se echaba las manos a la cara y rompía a llorar: “Mi amor”. “He visto cosas de ti que no me han gustado. No puedo venir aquí y que todo sea…”, continuaba ella. Andreu solo necesitaba saber que todo estaba bien entre ellos, pero Paola necesitaba tener antes una conversación: “Primero necesito aclarar ciertas cosas contigo que me han dolido. He pasado una experiencia un poco difícil”.
Todas ellas tenían que ver con una misma persona: Cristina. La granadina se convirtió en la tentadora favorita de Andreu desde el principio y, a lo largo del programa, han pasado mucho tiempo juntos.
“Desde el principio has estado tonteando con esta chica, parecías tú el tentador antes que ella. ¿Una amiga más? ¿En plan caliente en la piscina? Diciéndole que querías saber en todo momento lo que estaba sintiendo ella. No se te ha visto mal en ningún momento, no me has dado mi lugar”, se expresaba Paola.
Él insistía en que había sido un apoyo y una amistad, pero a ella no le valía: “¿Un apoyo es una persona que habla mal de mí y tú no le cortas? ¿Te parezco una celosa enfermiza? ¿Te parezco una dependiente emocionalmente? Eso me lo ha dicho ella, que tú se lo has estado diciendo. Mira qué amiguita tienes”.
Tratando de calmarla, Andreu negaba que esas palabras y otras tantas hubieran salido de su boca: “Estás confundida, eso no es así”. Pero Paola se mantenía y le recordaba, orgullosa, la actitud de ella en la vida: “Yo sé la experiencia que he vivido, yo me he dejado llevar, me he sentido yo misma pero te he dado tu lugar en todo momento. Tú no te has acordado absolutamente nada de mí”.