Claudia Martínez, al igual que el resto de concursantes de 'La isla de las tentaciones', recibe a través de sus redes sociales muchas preguntas por parte de los seguidores del formato que quieren saber algunos detalles que no se ven en el programa, como si son ellos mismos los que se arreglan para las hogueras, si pueden elegir el menú de sus comidas y cenas o dónde están ubicadas en las villas las habitaciones de los tentadores.
Ante la avalancha de preguntas que le llegan relacionadas con este tema, la extronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' ha optado por hacer una serie de vídeos en TikTok en los que va dando respuesta a estas cuestiones. Así, ha explicado que son ellas las encargadas de elegir sus looks, vestirse y maquillarse antes de las hogueras, pues no cuentan con un equipo de estilistas ni de maquillaje y peluquería para tal fin.
"Las ondas me las hacía Tania y la coleta me ayudaba Laura", ha revelado Claudia, haciéndole ver a sus seguidores que tenían que ser ellas mismas las que se preparasen para las hogueras y las fiestas sin ninguna ayuda externa; aunque sí que ha dejado claro que el equipo de producción del programa les envió antes de poner rumbo a República Dominicana una lista con todo lo que necesitaban.
"La ropa es nuestra, nos dan una lista de todo lo que tenemos que llevar, con las temáticas de las fiestas también y luego es verdad que allí nos la intercambiábamos un poco. Yo en la primera hoguera llevo un vestido marrón de Sara porque para esa hoguera me quería poner el rosa palo que llevaba en la segunda, pero justo Laura llevaba uno blanco y al estar sentadas juntas parecía que llevábamos el mismo vestido", ha comentado la influencer, confesando así que intentaban vestir de colores diferentes para que quedasen bien estéticamente en pantalla.
Por otra parte, ha explicado que tienen que dejarle sus móviles al equipo de producción, que los custodia durante las tres semanas que pasan aislados en las villas, y que tampoco disponen de relojes, por lo que no sabe a qué hora se despertaban a diario. De esa función se encargaba una persona del equipo, que les decía con un micrófono: "¡Chicas, buenos días, todas arriba!".
Sobre el tiempo libre, Claudia ha reconocido que tenían bastante, aunque estuvieran siendo grabadas en todo momento y que podían hacer deporte siempre que no estuvieran grabando citas, las hogueras o disfrutando de una fiesta: "Al final de la tarde, los niños se iban a una caseta que hay en Villa Playa para hacer deporte, pero nosotras nos quedábamos cotilleando".
La catalana también ha revelado que ven el programa al mismo tiempo que los espectadores y se sorprenden como ellos al verlo, pues solo les enseñan las imágenes que ven en las hogueras y en la hoguera final, por lo que durante la emisión descubren muchas cosas que pasaron en la otra villa. Por último, ha explicado que no pueden elegir el menú de sus comidas y cenas: "El menú lo elige el programa. Es un catering cerrado y venía arroz, pasta, verdura, carne, pescado... Entonces tenías donde elegir".
Javi Redondo ha decidido emular el contenido de su novia en TikTok y le ha anunciado a sus seguidores que va a dar detalles acerca de lo que no se ve en el programa. Así, ha revelado que no pueden bañarse en el mar libremente: "En la playa solo nos podíamos bañar cuando teníamos cita o en algún momento puntual de la semana"; y ha contado que no sabía dónde estaba exactamente Villa Playa, pero que intuyó qué mansión era al ver focos similares a los que había en Villa Paraíso.
Irene Viñolo, una de las tentadoras que fue expulsada en la primera ronda de expulsiones que tuvieron que enfrentar en Villa Paraíso, también ha querido resolver algunas dudas de sus seguidores sobre esta mansión y ha revelado que, como no se puede fumar en pantalla, tienen un espacio habilitado para ello: "Había que ir de uno en uno a un espacio apartado fuera de la playa, donde ya no estuvieran las cámaras".
Además, ha explicado dónde están las habitaciones de las solteras en esta villa: "Nuestros cuartos son los de las ventanas que están detrás de la piscina. Dormíamos de dos en dos, menos un cuarto en el que era cuatro [...] Allí no teníamos cámaras, lo único que teníamos eran micros para escucharnos. Una cosa graciosa de esos cuartos es que no tenían puerta, o sea que tú cagabas y tu amiga te veía".