Mario y Laura llevan juntos un año y medio, pero los dos reconocen que su relación tiene carencias. Han venido a ‘La isla de las tentaciones’ para descubrir si de verdad están hechos el uno para el otro, pero desde el primer día han comenzado las tiranteces entre ellos… hasta el punto de que no se han despedido antes de afrontar esta dura prueba de amor.
En la ceremonia de noche, en la que las parejas vieron a los solteros y solteras por primera vez, comenzaron las broncas. Laura intentó tranquilizar a su chico asegurándole que la conocía y que sabía cómo era en realidad, a lo que él respondió, muy serio: “Sí, por eso no estoy tranquilo”. Desde ahí, la cosa fue de mal en peor.
En la ceremonia de collares, en la que las parejas debían elegir con quién iban a tener su primera cita, Laura y Mario siguieron fríos y distantes. Él evitó mirarla al llegar y ella se dio cuenta. Le acusó de querer “darle la vuelta a la tortilla” y de que ahora era él quien se hacía el enfadado, sin tener verdaderos motivos para ello.
Cuando Sandra Barneda quiso saber qué les ocurría, Mario fue muy sincero: “Yo ayer me fui bastante cabreado y triste, vi a una Laura que hacía tiempo que no veía, parecía que solo quería conflicto”. Además, añadió que llegó a ‘La isla de las tentaciones’ con mucha confianza en su pareja, pero que ya estaba empezando a cambiar de opinión: “Creo que va a volver a actuar con rencor”.
Laura también puso las cartas sobre la mesa y sacó a la luz las carencias que tienen en su relación y la actitud de “cobarde” de él al no decir nunca las cosas buenas ni las malas: “Lo que vas a conseguir es que salgamos tú por un lado y yo por otro”.
Pero la bronca no acabó ahí. Laura comentó que le parecía que en algunos de los solteros podría encontrar lo que le faltaba con su novio, palabras que a Mario le sentaron muy mal y que hicieron que estallara: “Busca, busca...”.
Mario estaba enfadadísimo con su chica, tanto que no quiso despedirse de ella. Laura le siguió por la playa, pero él se mantuvo en sus trece: “Busca las carencias, lo mal novio que soy, búscalo ahí y me lo cuentas en la hoguera final (…) Busca esas carencias, y si las encuentras, espero que nunca me vuelvas llorando, porque sabes que no voy a estar”. Dicho esto, se alejó y dejó a su novia llorando en la arena.
La situación entre las otras cuatro parejas fue muy distinta: besos, abrazos, lágrimas y muchas promesas de amor eterno.