La forma de conducción, la ventilación y otros consejos para no marearte al viajar en el coche
Los españoles cada vez nos mareamos menos en coche, ya que se trata de medio de transporte habitual en nuestras vidas
Sin embargo, para algunas personas viajar de este modo es una verdadera tortura, sobre todo ante carreteras con muchas curvas
La forma de conducir influye mucho en este sentido: es preferible ir despacio y evitar frenazos bruscos o 'volantazos'
Los españoles estamos muy habituados a viajar en coche. Este tipo de vehículo se ha convertido en un medio de transporte básico en nuestras vidas y por eso cada vez nos mareamos menos al conducir o al viajar en él. Sin embargo, para algunas personas enfrentarse a varias horas al volante o en el asiento de atrás de un coche puede convertirse en una verdadera tortura. Si nos enfrentamos a una carretera con curvas, la posibilidad de mareo se dispara y puede sorprender hasta al más experimentado. ¿Cómo evitar marearte en el coche este verano?
¿Cómo evitar marearte en el coche este verano?
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El mareo en coche es relativamente frecuente, y tiene una explicación médica: se hace llamar 'mal de movimiento' o cinetosis, y tiene que ver con el 'meneo' que se genera en determinados medios de transporte, como puede ser un coche, una furgoneta o cualquier otro vehículo en el que se genere cierto movimiento o balanceo al conducir.
Algunas personas son más sensibles que otras a este tipo de mal, pero los síntomas son exactamente los mismos (y no son nada agradables): malestar, nauseas, falta de equilibrio, debilidad… y los temidos vómitos. Además, conducir a través de una carretera con muchas curvas, baches o, en general, zonas de inestabilidad que nos obliguen a maniobrar, multiplicará la probabilidad de que alguno de los pasajeros sufra las consecuencias.
En general, los mareos se relacionan con una determinada ruta de movimiento que, bien por culpa del conductor o por culpa de la carretera (o por culpa de ambos), genera en nuestro organismo el efecto de que nuestro cuerpo reciba vaivenes antes de que la información sobre este movimiento llegue a nuestro cerebro. Así, al no estar preparados para recibir esta sacudida, se genera malestar en quien lo sufre.
Por eso es tan importante una conducción suave, especialmente si las condiciones de la carretera no nos lo ponen fácil. Es preferible conducir de forma más lenta y evitar cambios bruscos de velocidad y de dirección para reducir la posibilidad del mareo.
Además, como conductor, ten en cuenta que es posible que tú sientas menos los efectos del mareo que el resto de viajeros, ya que, en tu caso, tu cerebro estará más preparado para 'absorber' estos impactos. Al contrario, quien viaje sin controlar la conducción tendrá que agudizar la vista, ya que el oído es el encargado del equilibrio y, por sí solo, no podrá detectar estos vaivenes. Por eso desaconseja leer o realizar cualquier actividad que requiera contar la vista en un punto cercano mientras otra persona conduce, ya que estaremos impidiendo que este sentido actúe como regulador de nuestro cuerpo.
Si viajas como acompañante, el primer consejo para evitar el mareo es, precisamente, fijar la vista en un punto exterior y estar pendiente de la conducción para poder mitigar el efecto de las curvas y frenazos. Por el mismo motivo, si viajas en autobús o en tren, te ayudará sentarte en el sentido del conductor, ya que así tendrás una visión amplia de lo que está ocurriendo en la carretera o en la vía. Pues tampoco en pedir al conductor que reduzca la velocidad o que suavice su forma de dirigir el vehículo: las consecuencias de un verdadero mareo serán mucho peores para el resto de viajantes (y para el propio conductor) que el sencillo gesto de tratar de conducir de una manera más relajada.
Además, el aire puede ayudar a evitar mareos en el coche. Puedes bajar la ventanilla o activar el aire acondicionado para que exista una circulación de aire y un mayor frescor y confort, y así sentirte mejor. Del mismo modo, viajar con la cabeza erguida y apoyada en reposacabezas ayuda a reducir y a evitar la sensación de mareo.
Por último, realizar pequeñas paradas en el camino puede ayudar a reducir los efectos del mareo en quienes viajen. Si eres propenso a marearte, no dudes en pedir esos pequeños descansos para evitar males mayores. Además, siempre podrás recurrir a medicamentos para el mareo. La Biodramina es un clásico que pueden utilizar tanto adultos como niños (cada uno en su dosis) y que resulta muy útil en situaciones como un viaje en barco o a través de una carretera de montaña.