Qué pasa con los perros en los casos de divorcio: serán considerados por el juez como un hijo más
Los perros tendrán los mismos derechos que los hijos en los procesos de divorcio
Un juez deberá determinar la custodia de las mascotas familiares si no hay acuerdo entre los ex
El Congreso ha aprobado que los perros sean considerados “seres vivos dotados de sensibilidad"
El Congreso ha aprobado que los perros dejen de ser considerados cosas o bienes inmuebles y pasan a ser “seres vivos dotados de sensibilidad". Eso implica que adquieran derechos como las personas y en caso de divorcio, un juez deberá decidir sobre la custodia de la mascota familiar como hace con los hijos.
La Comisión de Justicia del Congreso, con competencia legislativa plena, ha aprobado la Proposición de Ley de modificación del Código Civil, Ley Hipotecaria y Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales para que dejen de ser considerados cosas o bienes inmuebles.
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La reforma legislativa, pendiente de tramitación en el Senado y aprobada por 22 votos a favor permitirá dejar de considerar a los animales como 'bienes inmuebles', a dividir como un piso en casos de herencias, embargos.
Perros con régimen de visitas y manutención
Gracias a esta reforma las mascotas adquirirán los mismos derechos que una persona. Por eso un juez que lleve un caso de divorcio no solo tendrá que determinar las condiciones en que quedan los hijos y las propiedades de la pareja, sino también se debe asegurar cual será el futuro de las mascotas familiares.
Es decir, el régimen de custodia, las visitas u otras medidas cautelares como la manutención. En definitiva, tendrá los mismos derechos que los hijos de la pareja.
El perro, víctima de violencia vicaria
La ley se ha aprobado con una enmienda del Partido Nacionalista Vasco (PNV) que recoge que, maltratar a la mascota —o amenazar con hacerlo— supondría, en caso de divorcio, que al miembro de la pareja que haya actuado así se le negará la custodia compartida, como sucede con los menores.
De esta manera, se trataría, a nivel legal, de una forma de violencia vicaria en la que se usa el perro o mascota para maltratar o amenazar a la expareja.
Para Sofía Fernández, diputada del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común (GCUP-EC-GC), es necesaria esta norma para “reconocer a los animales como seres sintientes".